Fedora 14, el análisis

Nos encontramos al fin ante Fedora 14, la última versión de la distribución comunitaria de Red Hat, y lo hacemos con un análisis detallado que es la continuación definitiva del vistazo a la distribución que publicamos recientemente y que explorará las distintas áreas que son protagonistas en una distribución que es muy popular -de hecho, en Distrowath solo es superada por Ubuntu- y que tratará de seguir convenciendo a sus usuarios. ¿Lo conseguirá?

Lo cierto es que el análisis permitirá responder a esa pregunta de forma bastante clara: en Fedora 14 se han integrado una nueva serie de tecnologías que pueden ser interesantes para cierto sector de los usuarios, pero desde luego no para la gran mayoría. Comienza el análisis.

Instalación y primeros pasos

En Fedora 14 encontramos una vez más una instalación basada en Anaconda, el asistente que se ha renovado con algunas opciones interesantes -como la elección de dispositivos de instalación no tradicionales (discos duros)- o la renovación de su aspecto sobre todo en el apartado de los iconos.

En nuestras pruebas hemos analizado la imagen de DVD para sistemas de 64 bits, y como comentaremos también es posible utilizar cualquiera de los LiveCDs disponibles en la página oficial de Fedora, aunque cuidado, porque para poder instalar la distribución en español desde estos medios tendréis que prestar atención a ciertos problemas de los que hablamos más adelante.

El proceso de instalación es el tradicional: tras seleccionar el idioma de instalación procederemos a elegir las particiones en las que queremos instalar el sistema. Como suele ser habitual, se ofrecen una serie de posibilidades a la hora de realizar el particionamiento automático -con un redimensionamiento de particiones de nuestro sistema, si así lo deseamos-. A partir de ahí elegiremos el tipo de instalación (escritorio, desarrollo, servidor, etc), e incluso podremos añadir repositorios adicionales (como RPMFusion) para poder contar desde el principio con controladores propietarios, precisamente uno de las carencias de esta distribución.

El proceso a partir de ahí es automático: se crearán y formatearán las particiones y se copiarán los paquetes necesarios, tras lo cual -en nuestro caso, unos 20 minutos- se realizará un reinicio para continuar con los pasos finales de la instalación. Aquí es donde nos daremos cuenta de que la utilización de GRUB 0.97 como gestor de arranque presenta problemas si tenemos otras distribuciones Linux en el sistema, ya que el gestor de Fedora “se las carga” y tendremos que reinstalar GRUB2 o bien reconfigurar el GRUB de Fedora para soportarlas. Un proceso tedioso y molesto, pero que sigue siendo necesario en Fedora 14.

Fedora 14, el análisis

Sea como fuere, el proceso de instalación termina con la creación de la cuenta de usuario, tras lo cual accederemos por primera vez a nuestro escritorio en Fedora, basado por defecto en GNOME 2.32 y que presenta el aspecto tradicional. Es hora de comenzar a analizar las características de Fedora 14 en detalle.

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