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El día 25 de agosto, Linux cumplió 31 años de edad, en su primera versión del kernel o nucleo del sistema operativo de Linux. Y sin embargo, tres décadas después de que el ingeniero finlandés Linus Torvalds pusiera todo su empeño en desarrollar un nuevo sistema operativo, ese proyecto “doméstico” sigue cambiando, hoy más que nunca, la historia de la tecnología. Aquí un video donde explicamos las 5 razones por qué deberías de usar Linux.

 

Visto con perspectiva, resulta muy improbable pensar que el 25 de agosto de 1991, cuando Torvalds anunció en un post de usenet que estaba trabajando en el desarrollo de un sistema operativo gratuito, tuviese en mente que su desarrollo fuese a llegar demasiado lejos. No cuando el propio Torvalds afirmó en ese mismo grupo que “no será grande y profesional como GNU”.

1. El correo electrónico del Anuncio

Un correo electrónico o algo similar, quizás un foro ―porque hace 32 años estos servicios poco se parecían a los de hoy―, tuvo la culpa del nacimiento de Linux. El 25 de agosto de 1991, un todavía desconocido estudiante finlandés de informática, Linus Torvalds, publicaba el siguiente mensaje en un grupo del sistema operativo Minix: “Hola a todos. Estoy desarrollando un software gratuito para equipos 386 y 486. Está en desarrollo desde abril, y en vías de estar listo. Me gustaría recibir feedback de las cosas que os gustan o no de Minix, porque mi sistema operativo se le parece en algunos puntos”. Tres décadas después, aquel embrión de software se ha extendido por el mundo convertido en símbolo de la tecnología abierta y forma parte de las tripas de los dispositivos y sistemas más exitosos, como los teléfonos con Android o la nube de Amazon.

2. El gran Liderazgo en la Comunidad

Torvalds estimuló la creatividad de la comunidad. Enseguida recibió comentarios, propuestas, líneas de código y un sinfín de iniciativas para confeccionar un nuevo sistema operativo. Ya estaba colocada la primera piedra para romper el secretismo de la industria. Explica Jesús González, profesor del área de ingeniera telemática en la Universidad Rey Juan Carlos, que su éxito partió de utilizar herramientas disponibles. “La gente las aportó a Linux, pero antes funcionaban en Unix o BSD. El compilador GNU, que traducía cualquier elemento al lenguaje de programación C, fue de lo primero. Linux comenzó a ser útil de verdad para el usuario cuando la comunidad introdujo bases de datos o entornos gráficos”, precisa.

3. El Software Libre

El movimiento de software libre, fundado por Richard Stallman y del que surgió, por ejemplo, el compilador GNU, veía el fruto del trabajo realizado durante los ochenta. Linux comenzaba una nueva era informática, basada en la colaboración entre usuarios y el código abierto. Una filosofía determinante en la consolidación del proyecto al permitir que un desarrollador adaptara una interfaz gráfica dispuesta en ventanas —llamada Sistema de Ventanas X y similar a Windows—. Comenta José Luis Vázquez-Poletti, director de la oficina de software libre y tecnologías abiertas de la Universidad Complutense de Madrid, que aquí llegó el crecimiento exponencial. “Existía para Unix, pero faltaba portarlo. Al ser código abierto, alguien dio con la tecla. Fue clave porque llamó la atención de muchísima gente”, sostiene.

El cambio trajo consigo unas cuantas guerras. Unas, personales. Torvalds y Andrew S. Tanenbaum, creador de Minix y conocido como el padre de los sistemas operativos, diferían en cómo desarrollar este tipo de programas. Para Tanenbaum debía mantenerse en un proyecto de investigación. Incluso respondió al mensaje inicial de Torvalds asegurando que desconocía dónde se metía. “Mostró la dicotomía entre dos formas de trabajo: el atrevimiento contra el sosiego”, matiza González.

Otras, comerciales. Linux nunca pudo ganar la batalla de los ordenadores personales. Microsoft impuso su dominio con Windows. Y eso que en las facultades de casi todo el mundo se expandía como la pólvora. Libraron una pugna entre estilos de vida. Diferentes formas de comprender la informática. Alternativos y defensores del código abierto contra la imposición de la industria. Se crearon hasta juegos en los que el pingüino Tux, símbolo de Linux, lanzaba tartas a la cara de Bill Gates, fundador de Microsoft. “El ser humano necesita un antagonista; y así ocurrió con ambos programas. Lo que deberíamos preguntarnos es por qué casi todos los fabricantes de PC ofrecen Windows”, apunta Vázquez-Poletti.

También hubo discusiones por el nombre. Mientras avanzaba el proyecto, nadie tenía claro cómo llamarlo. Torvalds pensó que sería buena idea jugar con el significado de la palabra inglesa free (gratuito y libertad). Resumía adecuadamente las características del sistema operativo. Sin embargo, los primeros disquetes donde guardó el software, los enormes de cinco y cuarto, iban con una etiqueta que ponía freaks. Al final, ni uno ni otro. Como poca gente podía instalar estos disquetes, los archivos se alojaron en un servidor de transferencia de archivos —los llamados FTP—. Hacía falta un nombre. El administrador decidió bautizarlos como Linux. “Y sin preguntar a nadie”, aclara Vázquez-Poletti.

El anhelo de Linux es superar el chiste que le persigue casi desde su puesta de largo. Aquel que asegura que este año sí se convertirá en el sistema operativo líder de los PC. En su debe poco más le falta. Cabe poca discusión sobre su triunfo silencioso. Desde romper el secreto de estos programas hasta dominar la transformación digital pasando por dotar de sentido a un movimiento como el del software libre, que tan importante se ha demostrado para combatir la pandemia. “Linux ejemplifica cómo debería ser la informática. Compartiendo el código, trabajando de forma colaborativa y aprendiendo entre todos”, concluye González.

Por supuesto, nada de esto hubiese sido posible si Torvalds no hubiese decidido licenciar su proyecto bajo las condiciones que establece la licencia GPL. En lugar de imponer restricciones sobre lo que los usuarios podían y no podían hacer con el kernel de Linux, GPL maximizó sus derechos.

Como explicaría más tarde Richard Stallman, fundador de GNU, “esos derechos de basan en cuatro libertades: la libertad de ejecutar, copiar, estudiar/mejorar y distribuir el código”. Pero más importante aún, es que la GPL obliga a ofrecer esas mismas libertades a otros, sobre las modificaciones que se hacen en todos los programas licenciados de esta forma, por lo que se crea un círculo virtuoso de cooperación y distribución del mejor trabajo.

Esta libertad a veces tiene efectos inesperados y de hecho, es fácil de constatar, cómo en ocasiones se diluyen esfuerzos en proyectos que no aportan demasiado (como que actualmente se sigan manteniendo más de 500 distribuciones diferentes de Linux).

Desde nuestra web, hemos presentado el video sobre ¿Qué es Linux?, para todos aquellos que recién empiezan y quieren aprender sobre este gran sistema operativo.

Feliz 32 Aniversario Linux!!

 

Fuente: somoslibres

 

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