GNOME Shell se ha convertido en el entorno de escritorio de la discordia, y la verdad es que tiene hasta “mérito” el extremo al que ha llevado dicha discordia, ya que no hay aspecto que no genere agrios debates entre los usuarios, desde la utilización de JavaScript hasta el tema decorativo, pasando, cómo no, por la concepción minimalista del entorno y la utilización de las extensiones.
En su momento partí una lanza en favor de la utilización de GNOME Shell por defecto, sin extensiones, debido a que me ofrece una disposición extremedamente simple del sistema, haciendo que su uso sea directo y simple gracias a que se dispone solamente de los elementos necesarios para producir. Donde necesito las opciones no es el entorno de escritorio, sino en las aplicaciones, que son a fin de cuentas las herramientas que utilizo para producir, mientras que el sistema operativo queda como un medio para ponerlas en ejecución. Esto choca con la utilización del sistema operativo como un fin, un enfoque muy extendido entre los usuarios de GNU/Linux.
En esta ocasión quiero romper otra lanza para defender otro de los aspectos más criticados de GNOME Shell: Adwaita. Este tema de GTK es duramente criticado desde muchos frentes que lo acusan de ser horrendo, lo cual me parece muy exagerado. No lo voy a negar, Adwaita no es espectacular, pero en mi opinión ahí está su virtud, ya que no busca ser vistoso, sino sobrio, que no estorbe, que facilite la producción.
De hecho, a la hora de producir es donde veo la mayor ventaja de Adwaita frente a la versión clara de Brisa, y es que mientras el tema por defecto de Plasma 5 utiliza un blanco bastante puro que puede cansar mucho la vista, Adwaita se encarga de ofrecer unos colores más apagados basados en blancos rotos, que ayudan mucho a aguantar mejor una exposición prolongada ante el monitor.
Sobriedad por encima de espectacularidad
En mis gustos personales siempre he tendido a ir a contracorriente, prefiriendo lo sobrio antes que lo espectacular. Esto no solo lo aplico a los temas estéticos que utilizo en los entornos de escritorio GNU/Linux, sino a todos los aspectos de la vida. Aquí podéis ver mi torre actual con un procesador Ryzen y la RX 580 de Sapphire. En mi opinión tiene un diseño bastante clásico, pero elegante, lejos de las cajas de aspecto hiperfuturista que se pueden encontrar hoy en día. Y sí, sigo haciendo algunas copias de seguridad en discos ópticos, aunque en la actualidad las hago en muy contadas ocasiones.
De Adwaita pienso lo mismo. Me parece un tema elegante, pero con un toque desenfadado. No es espectacular, pero se deja ver perfectamente, todo con la intención de no resultar cargante para la vista. Y es que a veces los acabados estéticos muy espectaculares entrarán rápido por los ojos, pero los terminas aborreciendo al poco tiempo debido a que resultan cargantes.
Los iconos de Adwaita siguen la misma línea, intentando ofrecer ante todo sobriedad. No voy a negar que el icono de la carpeta del conjunto anterior me parecía horrendo, pero lo demás cumplía de sobra. Aquí, y sobre todo desde el estreno del nuevo conjunto, no entiendo las feroces críticas que recibe, ya que cumple de sobra con su función, haciendo que todos los elementos y aplicaciones del entorno sean perfectamente identificables. Cierto que otros temas como Papirus lucen mejor, pero Adwaita en estos momentos no es la abominación que muchos señalan y no solo eso, sino que se ajusta a las tendencias actuales. ¿O es que el nuevo icono de Firefox desencaja mucho con el estilo que utiliza GNOME por defecto?
Mención aparte tiene la fuente tipográfica utilizada de manera predeterminada en GNOME: Cantarell. Lo que me gusta de Cantarell es que se muestra como una fuente alegre y desenfedada, y aunque ha mejorado con el paso del tiempo, sigue sin ser perfecta para la lectura. Pese a todo, en la actualidad es mucho más fácil de leer que en tiempos pasados (esto en parte viene también por las mejoras incluidas en GNOME a nivel de renderización) y desde hace un tiempo puedo usarla en LibreOffice y Krita sin que las palabras acabaren cortadas, ya que antes había fallos en la renderización que introducía espacios entre los caracteres en algunas combinaciones (palabras). Espero que los encargados de esta fuente tipográfica sigan trabajando en su mejora para seguir dotando a GNOME de personalidad propia.
Intentando asentar un estándar
Pero Adwaita no solo es el tema por defecto de GNOME, sino que además intenta asentarse como un estándar en este sentido para garantizar una experiencia cohesionada entre todas las aplicaciones, o al menos las aplicaciones GTK.
Lo expuesto en el párrafo anterior tuvo como consecuencia una carta abierta de desarrolladores de aplicaciones GTK que pidieron a los encargados de las distribuciones que dejaran de modificar el tema por defecto GNOME. La intención era que se dejaran de romper las interfaces y la experiencia ofrecidas a través de sus creaciones. Si bien esto en su momento fue acogido con muchas críticas por parte de la comunidad, tanto Canonical como System76 decidieron aceptar parcialmente dicha máxima para basar tanto Yaru (tema de Ubuntu para GNOME Shell) como el tema de Pop!_OS en Adwaita con el fin de minimizar las probabilidades de rotura, algo que fue bien recibido por parte de los encargados de GNOME.
En el espectro de GNU/Linux siempre se ha tendido a personalizar en exceso lo entornos de escritorio, utilizando en muchas ocasiones temas que terminan rompiendo partes de aplicaciones o incluso del propio entorno. Yo en tiempos pasados empleaba muchas horas personalizando el entorno de escritorio que usaba, pero tras encontrarme con muchas roturas provocadas por temas que fueron creados sin pensar en las consecuencias colaterales, he terminado dejando lo que venía por defecto.
Conclusión
La perspectiva que maneja GNOME en la actualidad no para de generar agrios debates en la comunidad, pero creo que sus propósitos son nobles, a pesar de que la dirección del proyecto en los apartados técnico y comercial deja que desear.
Desde siempre los usuarios de GNU/Linux hemos tendido a entender la personalización como una máxima, pero esto es algo que la inmensa mayoría de los usuarios de sistemas de escritorio no demandan, ¿o es que uno encuentra todos los días instalaciones de Windows o macOS con el escritorio extremadamente personalizado?
La intención de GNOME es aprovechar las nuevas perspectivas abiertas por los dispositivos táctiles para ofrecer un entorno de escritorio sencillo en todos los extremos para que sea útil, y creo que, más allá de las cosas que quedan por pulir, en un buen porcentaje han conseguido su propósito, pero se han encontrado con una legión de usuarios que no conciben la utilización de un escritorio si no es con una disposición tipo Windows.
Fuente: muylinux