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¿Un nuevo orden mundial durante y/o después de la pandemia del COVID-19? No lo se, pero de lo que estoy seguro es que a medio plazo nada será como antes.

Cuando el virus empezó a multiplicarse en España y se extendió como la pólvora especialmente en la comunidad de Madrid, País Vasco y Cataluña, la prensa internacional criticaba a nuestro país de haber dejado vía libre al coronavirus. Italia, donde los casos de infectos y decesos empezaban a ser escalofriantes, era el espejo de lo que ocurriría en España.

Mucha gente no creía que el COVID-19 tuviera unas características tan letales. Incluso pensó que era una nueva especie de gripe que se llevaba a los viejitos y la gente con muchas patologías. Esto no sólo ocurrió en España, sino en el Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda.. EEUU.

Todos ignorábamos que el coronavirus tenía ese potencial asesino, pero lo peor es que lo ignoraban políticos y gobiernos. Quizás sea por aquello que, por ejemplo, piensa un fumador: “A mi no me va a tocar, ¿no?”.

Lo enfangado, enfangado está pero cuando esto pase, que será dentro de mucho, hay que buscar responsabilidades y responsables de haber permitido marchas multitudinarias y mítines políticos masivos contra los avisos y criterio de distintas fuentes de epidemiólogos y entidades médicas y sanitarias. Ya morían como moscas en Italia y existían casos positivos en España.

Boris Johnson, cuando el virus llegó al Reino Unido dijo antes sus compatriotas que no había que tomar medidas, que se debía de confiar en la auto-inmunidad. Holanda fue por el mismo camino. Francia no tomó medidas drásticas hasta que vieron cómo se propagaba el virus. En EEUU, el presidente Trump trató de esconder la gravedad del COVID-19 y no hizo nada hasta que vio la piel al lobo, aunque reaccionó de manera tibia, minimizando la gravedad del asunto y de hecho, todavía no ha hecho prácticamente nada para detener la pandemia en aquellas tierras. No sabía muy bien lo que su temeridad va a llegar a ser. Lo explicaré más abajo.

España reaccionó tarde pero tomó medidas rotundas y son las mismas que tenemos en este momento. Este fin de semana o a principios de la próxima, el presidente del gobierno español hará públicas más restricciones y normas aún más severas. Tiene todo mi humilde apoyo. Todas las medidas aún radicales son pocas.

Hay lenguas que dicen que el COVID-19 es obra de la mano del hombre y culpan a China, EEUU, Reino Unido y Canadá. Ver este vídeo. Ahora bien, hasta hoy, la comunidad científica niega rotundamente que el coronavirus COVID-19 haya sido creado por el hombre. Lo que parece cierto es que EEUU tenía personal en una base en Hubei (Wuham) y en agosto del 2019 la abandonaron. Los chinos llevan años investigando sobre los virus SARS, se conoce al menos desde el 2015. ¿No es extraño e intrigante que el primer caso apareciera en Wuhan?

No, no estoy acusando a nadie, resalto coincidencias y no debemos de caer en el juego de acusar a unos a otros hasta que no hayan evidencias que así lo demuestre. Eso no quita que el vídeo de la RAI en el 2015 sea aterrador. Lo más probable es que el coronavirus sea natural y haya aparecido espontáneamente. Aunque las investigaciones desde el 2015 en China con equipos de otros países trabajaban con coronavirus, sería más viable pensar que estuvieran investigando con posibles vacunas sobre los SARS, porque el COVID-19 no es el único.

Finalmente, una catarsis económica y social se está haciendo sentir. La Unión Europea, una vez más, demuestra que no nos conviene.

La UE no ayuda a los países del sur, muy afectados, porque el poder lo tiene Alemania y Holanda, el escudero de este mal germánico. Los países que tenían una economía notable se están hundiendo. El tejido económico de los países gravemente afectados por el COVID-19 se ha paralizado. Los gobiernos proveen ayuda a los ciudadanos pero no será eterna. No obstante a la primera potencia económica y mundial le esperan peores sombras que a los países europeos. Económica y socialmente.

Trump no ha hecho nada por detener la expansión del COVID-19, pero va más allá. No hace mucho pidió patentar una posible vacuna a Alemania para quedarse con los derechos. Esas patentes que con tanto desprecio y ahínco demuestro cada día en el blog de que son el cáncer contra el conocimiento y la coartada perfecta para que el pueblo sirva pleitesía a los poderosos y todo dependa, una vez más, del dinero.

Por otro lado, el presidente de Brasil, Bolsonaro, anteayer invitaba al pueblo a salir con normalidad, a ir a trabajar. Lástima que no exista el karma inmediato y lo cuelguen en lo más alto del Pan de Azúcar. Si no lo hacen, decenas de miles de brasileños morirán por su culpa. Con el fascista no hay el menor atisbo de complacencia.

Los EEUU van a dejar de ser próximamente la primera potencia global. Así de rotundo. El coronavirus en este momento se está diseminando por todo el país. Cada día suben escandalosamente el número de contagios y fallecimientos por el COVID-19. Y lo peor, está en camino.

Los EEUU no tienen sanidad pública, cosas de liberales, se entiende. Si tienes dinero, te costeas un médico, si no tienes, ahí te mueres. La cruda realidad, y ya está muriendo mucha gente por esta razón. Hace dos días falleció un chaval de 17 años porque no tenía un seguro privado. Es la punta del iceberg.

Todos avisan que la economía del país más poderoso se hunde. Cierran empresas, los trabajadores no quieren ir a sus puestos. Hay miedo y con motivos, pero no acaba aquí la historia. Lo que estamos viendo es un preámbulo. En EEUU habrán decenas de millones de personas infectadas y morirá una enorme cantidad de ellas porque no todos tienen seguro médico y los hospitales privados colapsarán pronto. Les espera el caos más absoluto y en un país donde tener armas es tan normal como tomarse un vaso de agua. Un polvorín.

No, no me alegro ni me alegraré jamás del dolor ajeno, pero eso es lo que pasa con los liberales. Si tienes dinero, vive, si no, muérete. El dinero no lo puede todo y el COVID-19 no es selectivo y ataca a pobres y ricos, a justos y pecadores, a culpables e inocentes.

Termino. Esta pesadilla no acaba aquí, porque, si los EEUU deja de ser la primera potencia, ¿quien será la primera?

Sí. La República Popular China.

Mejor o peor que los EEUU. No lo se, pero de momento están ayudando a combatir lo que les brotó en su tierra. Nadie más nos ayuda, ni nuestros “compatriotas europeos”.

Que esto le sirva a España para aprender que no podemos convivir con nuestros enemigos. La amistad se demuestra en los momentos difíciles.

 

Fuente: maslinux

 

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