En un mes, Chromium se quedará sin varias de las funcionalidades que hacían de él una de las alternativas a Chrome más interesantes para el usuario de Linux. Así que ahora toca preguntarse, ¿cuál es la mejor alternativa a Chromium? No respondas muy rápido, porque todo depende del caso de uso.
A grandes rasgos, lo que hacía de Chromium una alternativa a Chrome bastante apreciada en el entorno de GNU/Linux es que básicamente se trataba del mismo navegador, pero cien por cien de código abierto. Utilizar Chromium garantizaba una plena compatibilidad con Chrome que iba más allá de basarse en el mismo motor o poder instalar extensiones de la Chrome Store. Ningún otro navegador ofrecía, valga la redundancia, semejante semejanza con el de Google.
A todos los niveles: Chromium y Chrome compartían -y lo seguirán haciendo- el mismo diseño, diferenciándose únicamente por el icono y el nombre de la aplicación. Asimismo, Chromium y Chrome compartían también las mismas opciones y funcionalidades, que es donde radica la pérdida a la que se van a enfrentar los usuarios del navegador.
En concreto, Chromium se queda sin acceso a las API internas de Chrome, que incluyen funcionalidades como, ante todo, la sincronización de datos con la cuenta de Google, pero también la traducción de páginas web, el corrector ortográfico en línea y cualquier otra integración con los servicios de Google que hacen uso de dichas API y de los datos de usuario que gestiona Google, se utilicen extensiones o no.
Pero entonces, ¿qué diferenciaba a Chromium de Chrome? Muy poco: el soporte multimedia, que en Chrome -es superior- incluye códecs de audio y vídeo privativos y, al margen de si se tienen activadas las métricas y el informe fallos, un identificador único con el que Google marca cada instalación de Chrome. Por lo demás, era como usar el mismo navegador.
Teniendo en consideración que las métricas y el informe fallos se pueden desactivar en Chrome, ¿a qué viene tanto escándalo? ¿No es el propio Chrome la mejor alternativa a Chromium, máxime cuando quienes se están quejando por la pérdida de funcionalidades las tienen todas ahí? Es decir, si la pérdida de funcionalidades no te importa, Chromium va a seguir funcionando como hasta ahora; y si te importa, es que usas la sincronización y otros servicios de Google, en cuyo caso el factor privacidad desaparece de la ecuación y Chrome es la respuesta.
Chrome es la respuesta, sí, salvo por un detalle, y es que una de las facultades de Chromium en Linux era que llegaba donde no llega Chrome, que de manera oficial solo está disponible en instaladores Deb y RPM. Es cierto que más allá del cerco de Deb y RPM hay otras distribuciones que ofrecen Chrome, como Arch Linux, pero lo hacen reempaquetando los ejecutables oficiales y no en todas las distribuciones hay la disposición para hacer algo así, sobre todo cuando se trata de software privativo (por más que esta condición se deba a dos tonterías).
Por otro lado, compilar cada nueva actualización de Chromium que sale no es moco de pavo. La diferencia es que la mayoría de mantenedores vienen de lejos y tienen el proceso prácticamente automatizado.
Nótese que hablo en pasado, pues si bien Chromium todavía no ha perdido nada de lo dicho, está a punto de hacerlo. De hecho, el alcance de este cambio solo se verá cuando se aplique, pero es lo suficientemente serio como para que algunos de los mantenedores de Chromium en según qué distribuciones se planteen si compensa seguir haciendo el esfuerzo.
Las mejores alternativas a Chromium
En definitiva, es el momento de buscar un alternativa si usas Chromium y la pérdida de funcionalidad te va a afectar. Mis recomendaciones son las siguientes:
Chrome. Es de cajón. Ningún otro navegador te va a ofrecer exactamente lo mismo que Chromium, e incluso un poco mejor. Que no te preocupe que uno sea privativo y el otro libre, porque las diferencias, como has visto, son mínimas. ¿Y si tu distro no empaqueta Chrome? Entonces, tal vez, cambiar de distro sea la opción… siempre y cuando la funcionalidad del navegador sea primordial para ti.
Brave. Se suele hablar de los derivados de Chromium como si todos fuesen iguales simplemente por poder instalarles las mismas extensiones, pero no es así. Los hay que han implementado muchas modificaciones y los hay que se mantienen más apegados a la base. De estos últimos, Brave es el más destacado. Además, es de código abierto.
Vivaldi. Si conservar el mismo motor de navegación y el soporte para instalar extensiones desde la Chrome Store es lo que más te interesa, Vivaldi es una excelente opción y aunque no es de código abierto, sí es bastante abierto en su desarrollo y el soporte -especialmente el multimedia- que ofrece en Linux, es superior al de Opera.
Firefox. ¿Usabas Chromium por inercia y no hay ninguna extensión que te ate a la Chrome Store? En ese caso, Firefox es otra alternativa que deberías tener en cuenta.
Todos estos navegadores tienen soporte multiplataforma y versiones para Android, sistemas de sincronización de datos propios y calidad sobrada para reemplazar a Chromium, cabe repetir, siempre y cuando la funcionalidad de Chromium o Chrome no sea indispensable para ti. Y si usas Chromium pero la pérdida de funcionalidad no te va a afectar… Es obvio: sigue con él.
Fuente: muylinux