Parece que en Red Hat no son tan valientes (o tan temerarios, según se mire) como en Debian y aunque la próxima versión mayor de Red Hat Linux Enterprise (RHEL) dará el salto a GNOME 3, lo hará utilizando el modo de escritorio clásico por defecto, informa The H Open.

La noticia ha sido confirmada por Denise Dumas, directora del área de ingeniería de RHEL, y la razón para utilizar el nuevo modo clásico de GNOME en lugar de GNOME Shell es la de no causar problemas a su base de usuarios corporativos: “lo último que queremos es perturbar el flujo de trabajo de nuestros clientes”, ha indicado Dumas.

Por lo que se cuenta en Red Hat llevan prácticamente un año realizando pruebas intensivas de cara al lanzamiento de RHEL 7, entre ellas pruebas de ‘usabilidad’ que parecen haber sido determinantes a la hora de tomar la decisión de no ofrecer GNOME Shell de manera predeterminada. A pesar de todo, la directiva de Red Hat ensalza los méritos del proyecto GNOME, su visión y valentía por innovar y, por supuesto, GNOME Shell estará disponible para todos los usuarios del sistema, aunque no lo esté a primera vista (“que lo suyo son clientes, no usuarios”, se podría añadir con un poco de mala baba).

RHEL 7 llegará en la segunda mitad del año, con fecha aún sin determinar. La base utilizada parte de Fedora 15, que como recordaréis los usuarios de esta distribución, fue la primera en integrar GNOME 3 como entorno de escritorio. Asimismo, el renovado instalador de sistema (Anaconda) formará parte de las novedades, entre las cuales está -aunque no se ha detallado nada- facilitar la actualización directa entre versiones, un aspecto que nunca ha sido muy amigable.

Hasta aquí la noticia, que no puedo dar por cerrada sin “retorcerla” un poco. Y es que todos sabemos que la influencia de Red Hat en el proyecto GNOME es importante. Pero, ¿cuánto? ¿Hasta que punto puede haber condicionado la situación? La situación que planteo en las siguientes líneas, me refiero.

Los desarrolladores de GNOME se han mantenido firmes en su dirección con GNOME Shell, avisando versión tras versión de la desaparición de GNOME Fallback mientras muchos usuarios salían despedidos a otras alternativas, entre las que destaca el Cinnamon de Linux Mint, por lo que representa -el escritorio clásico de siempre- y por estar basado en GNOME 3, aunque no seguirá siendo así.

La razón (en mi opinión, totalmente acertada) que se dio para la creación del nuevo modo clásico de GNOME 3 fue que GNOME Fallback no daba la talla, era poco más que un remache temporal que se estaba alargando más de lo necesario. Pero, y esta es la cuestión de fondo, ¿por qué crear ex profeso un modo clásico después de tratar de imponer impulsar GNOME Shell a toda costa, más cuando las extensiones pueden cubrir parcialmente las funciones de un entorno de escritorio tradicional? Tres cuestiones surgen en este punto:

  1. ¿Finalmente se tuvo en consideración las opiniones de -muchos- de los usuarios?
  2. ¿Ha tenido algo que ver la relevancia adquirida por las alternativas?
  3. ¿O tal vez ha tenido algo que ver Red Hat?

Yo, desde luego, no tengo la respuesta. Eso sí, que las ‘moderneces’ de Shell y Unity (especialmente de Shell) no iban a calar en ciertos segmentos, algunos lo teníamos claro desde hace bastante tiempo.

 

Fuente: muylinux

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