Ubuntu_Wayland

Ubuntu 22.04 LTS está a la vuelta de la esquina y una de las novedades más importantes que se espera que traiga frente a la LTS anterior es el establecimiento de Wayland por defecto. Canonical ya dio el salto en Ubuntu 21.04 para Radeon e Intel y recientemente ha decidido aplicar lo mismo para NVIDIA con su driver privativo.

Como bien sabrán nuestros lectores habituales, NVIDIA ha sido uno de los mayores obstáculos con los que se ha encontrado Wayland a lo largo de su trayectoria. El gigante verde, que tiene una larga tradición de desprecio hacia los estándares, intentó imponer su propia implementación del protocolo con EGLStreams, mientras Intel, AMD y los desarrolladores de compositores (Mutter, Kwin, Sway, etc) decidieron apostar por GBM.

La insumisión de NVIDIA amenazaba meter todavía más fragmentación en la pila gráfica de Linux, lo que derivó en una de las mayores guerras tecnológicas que se hayan visto nunca en la historia del sistema. En los últimos dos años la presión sobre NVIDIA aumentó bastante debido a que AMD cada vez lo hacía mejor y liberaba más tecnologías, una Intel que anunció volver al mercado de las gráficas dedicadas y pequeños movimientos como la precipitada defunción de Xorg, además de otros hechos que podrían caber perfectamente en esta lista.

Después de años de bronca, el tema parece haber tenido un final al menos relativamente feliz. Retomando lo que realmente nos ocupa en esta entrada, Canonical ha tomado la decisión de que la sesión de Wayland funcione por defecto en Ubuntu 22.04 LTS a partir de la serie 510 del driver de NVIDIA. Esto quiere decir que aquellos que empleen una gráfica antigua que no esté soportada por el último driver seguirán ejecutando Xorg a menos que decidan usar Nouveau, el driver libre que vive con poco más de lo que recibe de la corporación verde.

Este movimiento por parte de Canonical puede servir como presión para que NVIDIA se ponga las pilas, más viendo que Ubuntu es de largo la distribución Linux más utilizada. Si Canonical no se echa atrás, Ubuntu 22.04 LTS debería de ser el impulsor definitivo de Wayland, que por fin se masificaría de verdad entre los usuarios.

Para los que anden despistados, Ubuntu usa GNOME como entorno de escritorio, así que para Wayland se nutre de su soporte. GNOME cuenta con la implementación más madura del protocolo de las disponibles para un entorno de escritorio (si contamos los gestores de ventanas, la más madura sea posiblemente la de Sway), así que Canonical, si no se echa atrás a última hora, tiene la posibilidad de nutrirse y contribuir de forma más activa a años de trabajo que incluso en la actualidad sigue necesitando de perfeccionarse.

Aunque Wayland tenga una legión de detractores, a día de hoy es la única vía sólida que hay para que Linux tenga una pila gráfica moderna, más eficiente, que corrija los fallos de seguridad irresolubles de Xorg y sobre todo abra la puerta a soportar tecnologías y contextos que podrían volverse mainstream en los próximos años, como la realidad realidad virtual y el HDR.

 

Fuente: muylinux

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