La distribución chilena Parabola es una de las pocas que está considerada 100% libre por la Free Software Foundation ya que desde su núcleo (Kernel-Libre), hasta su software pasando por el firmware, no está “contaminada” por software privativo. En realidad, se trata junto a Trisquel y PureOS como las tres distros libres que pueden ser instaladas por cualquier usuario. Pero Parabola no es precisamente un camino de rosas. Explicaré por qué.
La distro, basada en Arch, tiene una instalación fácil mediante Calamares pero lo más probable, al igual que con PureOS es que no reconozca tu tarjeta de red, ya sea ethernet o wifi. Si tu tarjeta de red no está en el listado de soporte de Parabola, no tendrás conexión a internet. Es el coste de la libertad.
Esto es especialmente doloroso porque es una limitación muy importante. Sí, ya, la culpa no es de la distribución GNU sino de los dispositivos que no fabrican controladores libres. Hasta aquí hasta un niño podría entenderlo, pero hay más.
Dada la idiosincrasia de las distribuciones 100% libres, un usuario neófito poco o nada tiene que hacer con ninguna de ellas. ¿Por qué? Hay varios factores.
- Distros endiabladamente difíciles de instalar.
- Poco soporte de dispositivos de red.
- Interfaces poco atractivas.
- Pocas opciones de distribuciones.
Aunque Parabola tenga un asistente de instalación amigable como Calamares, existen otras distribuciones libres que ni siquiera traen instaladores gráficos, como el caso de Hyperbola. Esto es un punto triste ya que da la impresión de que este tipo de distribuciones están hechas para gente muy, muy avanzada y no para el populacho.
Parabola es una buena opción si eres del tipo de usuario avanzado porque de lo contrario te darás de frente en un muro. A ver, esta distro tiene dos opciones de imagen ISO, una para instalar mediante CLI y otra a través de un Live-CD con Lxqt. Como he dicho, la instalación es sumamente fácil, pero ahí se acaba la amabilidad.
Verán, Parabola tiene scripts que te hace imposible instalar programas o controladores privativos. No voy a entrar si esto es algo positivo o negativo, dependiendo del usuario, pero lo cierto es que es congruente con la filosofía libre. Completamente respetable. Sin embargo, usar Parabola es para aceptar que mejor es que no pruebes cambiar de entorno gráfico y comas Lxqt guste o no te guste. KDE Plasma está en sus repositorios, encima con una versión muy actual, la 5.17 pero la amarás desde lejos porque instalar Plasma en Parabola más bien es cosa de dioses más que de seres humanos.
El simple hecho de un sudo pacman -Syu te dará errores y pedirá la desinstalación de un paquete X que aceptas pero que no te permitirá continuar y actualizar. Cuando decides manualmente desinstalar ese paquete conflictivo, te dará errores de firmas. Aunque tires mil veces el refresco y actualización de las claves, te seguirá diciendo que las claves no están firmadas. Aunque en pacman.conf introduzcas la opción Never para no tener que firmar (mala idea, lo se) lo más probable es que tire algún error más. Ya que cito pacman.conf te das cuenta de que muchos repositorios están deshabilitados por defecto. Si ya por fin instalas Plasma-Desktop, el entorno no se iniciará por un error de kdeinit5. Tiene dependencias que no te permite instalar.
Estás obligado a usar Lxqt aunque no te guste.
Es una pena que una distribución basada en Arch que es tan puntera esté tan deficientemente hecha en el sentido de que no es fácil de usar. Esperé mucho tiempo a tener un dispositivo de red compatible con Parabola pero me he dado de canto en los dientes. No es apta para neófitos ni usuarios de nivel medio a la hora de actualizar o instalar otro entorno de escritorio.
En mi opinión, las mejores distribuciones 100% libres en sentido de amigabilidad son Trisquel y PureOS. Aparte de Debian, claro.
Fuente: maslinux
