Parabola tiene la buenaventura de estar ahí para aquellos usuarios que desean tener una distribución 100% de software libre y que además tiene las virtudes que suelen tener las distribuciones tipo Arch, ya que siempre están actualizadas y por ese motivo posee los programas más actuales y novedosos. Pero seamos francos, no es para el uso de todos los usuarios porque limita los equipos que precisan de controladores privativos y por tanto, no les funcionará. Pero si eres de esos afortunados que, como yo, todo el hardware es compatible con los controladores libres, podrás disfrutar de una experiencia con total libertad y transparencia del código.

Parabola es, además de Trisquel y PureOS, una distribución GNU/Linux 100% libre de software, firmware, blobs privativos que es amigable con el usuario medio. Y cuando digo amigable me refiero a que las demás distros libres no son fáciles de instalar y gestionar.

La distribución chilena Parabola es una de las pocas que está considerada 100% libre por la Free Software Foundation ya que desde su núcleo (Kernel-Libre), hasta su software pasando por el firmware, no está “contaminada” por software privativo. En realidad, se trata junto a Trisquel y PureOS como las tres distros libres que pueden ser instaladas por cualquier usuario. Pero Parabola no es precisamente un camino de rosas. Explicaré por qué.

He intentando instalar varias veces el entorno de escritorio KDE Plasma varias veces y siempre ha sido frustrante. La instalación en teoría no devuelve errores, salvo el paquete plasma-meta que no te permite instalarlo por un problema con la aplicación Discover.