tails

Si hace un par de días nos hacíamos eco del lanzamiento de la nueva versión de la distribución especializada en seguridad Kali Linux, hoy hacemos lo propio con Tails, la distribución especializada en privacidad. Y es que no es lo mismo lo que uno que lo otro, ni es lo mismo un sistema diseñado para el estudio de una materia que otro diseñado para mejorar la protección del usuario.

Dicho con otras palabras, Kali Linux no ofrece más seguridad que cualquier otra distribución GNU/Linux, sino herramientas y configuraciones para expertos; mientras que Tails sí ha sido creada para ofrecer la mayor privacidad posible sin complicarse mucho. Es por ello que cada nueva versión es de actualización obligada para todos sus usuarios, pues lo contrario supone andar por ahí con un sistema vulnerable.

Así, las novedades de Tails 3.16 son lo de menos: han quitado de la imagen LibreOffice Math, aunque puede ser instalado desde el repositorio de software adicional; han eliminado algunos marcadores y han actualizado muchos paquetes, incluyendo parches de seguridad, kernel, firmware y por supuesto, Tor Browser (8.5.5), pieza clave del entramado de la distribución.

Mejor conocida por su acrónimo, «The Amnesic Incognito Live System» está enfocada a su uso en modo vivo, es decir, en una memoria USB desde la que arrancan allá donde nos encontremos. Una vez en marcha, el sistema estará completamente cubierto por la red Tor. No es necesario hacer nada especial y esto para los usuarios no expertos en la materia es un punto a favor importante.

Ahora bien, usar Tails para el día a día tampoco es la solución más inteligente. Las molestias pueden ser muchas y en caso de hacer «vida normal», entrar en Google, Facebook, etc, además de pesado resulta contraproducente: ¿para qué tanto cuidado si al final estás entregando tus datos voluntariamente? Hay formas efectivas de protegerse en distribuciones ordinarias, incluido Tor Browser. Pero como hacía tiempo que no le dedicábamos un espacio a Tails más allá del PING, aquí queda.

Hablando de privacidad y Tor, las cosas se están poniendo cada vez más difíciles, todo a cuento de las huellas digitales que deja el navegador web por dondequiera que pase. Sobre este tema han publicado un artículo en el blog de Tor de lectura recomendada. Como siempre, terminarán pagando justos por pecadores.

 

Fuente: muylinux

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