El interés de Linus Torvalds por los portátiles con Apple Silicon no es ninguna sorpresa y es más, él mismo reconoce que ahora usa uno de esos equipos. Sin embargo, la distribución empleada fue una cuestión que quedó un tanto el aire, más que nada porque Apple Silicon es soportado principalmente a través de Asahi, un proyecto que, en el fondo, no es una distribución al uso, sino más bien un intento para hacer que el kernel Linux funcione bien en las computadoras que equipan los procesadores propios de la manzana mordida.
El veterano periodista Steven Vaughan-Nichols, conocido sobre todo por sus artículos en ZDNet y cubrir desde hace décadas la actualidad de Linux y el código abierto, ha podido entrevistar cara a cara por primera vez a Linus Torvalds desde la pandemia de COVID-19. La oportunidad se le presentó con la Linux Plumbers Conference celebrada hace poco en la ciudad de Dublín, capital de la República de Irlanda.
En la entrevista se tocaron diversos temas, entre ellos el hecho de que, después de años por culpa de la pandemia de COVID-19, los 20 principales mantenedores del kernel han podido reunirse y verse en persona en la Linux Kernel Maintainer Summit, celebrada el pasado día 15 también en la ciudad de Dublín. Torvalds se expresa en futuro porque la entrevista fue publicada el día 14.
Ya que hemos sacado el tema de la pandemia de COVID-19 y el confinamiento que provocó, Linus Torvalds ha comentado que a duras penas ha afectado al desarrollo del kernel. Aquello fue debido a que muchos de los principales mantenedores y desarrolladores, entre ellos el propio Torvalds, trabajan desde sus casas, así que no se puede decir que las circunstancias hubiesen cambiado mucho.
Otro aspecto interesante es Rust. Sobre este tema, Torvalds explica que su inclusión en la rama estable de Linux no parece que vaya a ocurrir de forma inmediata:
“Pensé que lo tendríamos para este (Linux 6.0), pero claramente eso no sucedió. No voy a decir que llegará a la versión 6.1 (que saldrá en octubre), pero ha transcurrido lo suficiente como para que solo necesitemos fusionarlo, ya que el no hacerlo no está ayudando en nada. Y va a suceder, claro. Algunas personas todavía piensan que podríamos tener problemas con eso, pero si hay problemas dentro de dos años, podemos solucionarlos en ese momento”.
Entre los desarrolladores del kernel existe la preocupación en torno a la gran cantidad de extensiones que son necesarias para poder implementar Rust en Linux. Un ejemplo de esto es el nuevo controlador de NVMe escrito en el mencionado lenguaje, que necesita de 70 extensiones para funcionar.
Volviendo a la posición de Torvalds, el creador de Linux reconoce que durante décadas ha estado usando excepciones al estándar de C: “He sido muy elocuente al decir que el estándar en esta área es una mierda. Y vamos a ignorarlo porque el estándar está mal. Entonces, lo mismo será cierto en el lado de Rust”. Por otro lado, le preocupa la estabilidad y la confiabilidad del compilador de Rust, sobre todo en lo que respecta a GCC, mientras que en Clang la cosa parece estar más enderezada.
Y para terminar, vamos a resolver la gran pregunta del principio: ¿qué distribución usa Linus Torvalds en su MacBook Air con procesador Apple M2? Pues aquí no ha habido cambios en comparación con máquinas anteriores, así que sigue utilizando Fedora Workstation, más concretamente la versión 36. Al principio a Torvalds le disgustó encontrarse con el gestor de paquetes Pacman en Asahi Linux debido a que, aparentemente, lo había usado entre poco y nada, pero fue capaz dominarlo en poco tiempo para luego instalar Fedora.
Linus Torvalds usa Fedora porque le proporciona un entorno fácil de instalar y amigable para desarrollar el kernel, pero eso no se cumple ni por asomo con el MacBook Air con Apple Silicon, en el cual tiene que hacer malabares para instalar el sistema con el que se siente más cómodo.
El creador de Linux reconoce que la instalación de Fedora en un MacBook con Apple Silicon es un proceso que no puede recomendar a los mortales. Por otro lado, y a pesar de sus progresos, el trabajo hecho por Asahi todavía arrastra carencias como el hecho de no soportar la unidad de punto flotante del Apple M2, por lo que no puede hacer funcionar la aceleración 3D y por ende es incapaz de soportar todos los efectos gráficos de GNOME. Sin embargo, nada de eso parece importarle a Torvalds, que prefiere tener el escritorio así, con menos efectos, al notarlo más ágil, y que además aplica eso mismo de forma voluntaria en sus otras máquinas.
El navegador web es otro escollo. A Torvalds le gusta Google Chrome, pero este todavía no tiene compilación para ARM en Linux, así que no le queda otra que contentarse con una compilación de Chromium disponible para esa arquitectura y portar sus contraseñas, que las guarda en su cuenta de Google, a través del móvil.
En resumidas cuentas, Linus Torvalds sigue siendo fiel a Fedora, aunque tenga que complicarse para usuarlo en su MacBook Air con procesador Apple M2. El equipo de Asahi está haciendo algo realmente impresionante viendo las condiciones y los recursos de los que dispone, pero no se puede descartar que su trabajo sea fusionado en un futuro o que se convierta en una línea paralela del kernel que acabe siendo aprovechada oficialmente por las distribuciones.
Fuente: muylinux