Siguiendo la «tradición» emprendida por el proyecto KDE en los últimos años, ha llegado el momento de renovar los votos o, sin ser tan relamidos, de renovar los objetivos del proyecto para los próximos dos años. ¿Te suena el asunto’ Pues la novedad en esta ocasión es la llamada explícita a la participación de quien lo desee.
Llamada explícita, porque implícita ha esta siempre ahí: el proyecto KDE no deja de ser un esfuerzo comunitario al que cualquiera está invitado a unirse y colaborar, aunque esta llamada es de un carácter diferente a la habitual, pues se trata de ayudar a dar forma al futuro de KDE, nada menos. ¿Tienes alguna idea al respecto?
Según cuentan en el blog de KDE, «los objetivos de KDE establecen una dirección para la comunidad y ayudan a concentrar los esfuerzos en áreas consideradas importantes por la propia comunidad de KDE. Cada dos años, se seleccionan nuevos objetivos para reflejar las prioridades actuales de las comunidades».
Ejemplos de esta iniciativa hemos tenido unos cuantos desde que se pusieron a ello. Así, en 2017 se marcaron tres objetivos: usabilidad y productividad de primer nivel para el software básico, software de privacidad y simplificación en la incorporación de nuevos colaboradores. ¿Se han cumplido? Mientras que el último es complicado determinar sin ser parte del proyecto, los otros dos han abarcado de manera relativa. O, dicho de otro modo, se podría haber hecho mucho más.
En 2019 se renovaron los objetivos, incorporando la necesidad de mejorar el soporte de Wayland, la consistencia del software y otorgando a las aplicaciones la importancia que merecen en un entorno como el de KDE. Cabe volver a preguntarse ¿lo han cumplido? De nuevo, la respuesta es de manera relativa, porque hay áreas en las que sí y otras en las que no se nota tanto.
En 2021 se repitió la operación, pero de forma un tanto diferente, con objetivos para ese año más concretos, como el seguir mejorando el soporte de Plasma para con Wayland, continuar con la consistencia, esta vez con el aspecto visual, con características como el soporte de autenticación mediante huellas dactilares… Digamos que la irrupción de la pandemia en nuestras vidas trastocó el fijarse metas tan ambiciosas como ambiguas.
Analizando todas estas propuestas desde la perspectiva de un usuario intensivo del software de KDE, podría decir que el avance ha sido notable, pero queda mucho por hacer, al margen de las propuestas, pero también con respecto a lo marcado por ellas, algunas tan complejas que ni en la competencia privativa se han logrado.
Hay de todo un poco: el soporte de Wayland, por ejemplo, ha mejorado un mundo en estos últimos años, pero sigue sin estar del todo listo para producción, que era el objetivo. O no al mismo nivel de X.Org en todos los casos. Esa es mi experiencia. ¿Se ha conseguido la usabilidad y productividad de primer nivel para el software básico, o la consistencia anhelada? Una vez más, todo depende de cómo se mire.
En el tema de la consistencia, específicamente en el diseño y usabilidad, el tradicional binomio UI/UX, se da dado un salto muy importante, aunque sigue quedando mucho por hacer y, de hecho, se está haciendo. Pero otros objetivos como los relativos a la productividad o la privacidad, creo que han recogido menos atención de la deseable. Con todo, un análisis en profundidad requeriría de mayor dedicación y no es el momento.
Este es el momento de aportar ideas para cimentar el futuro de KDE; ideas de fondo sobre las que trabajar durante el próximo par de años y para ello hay que participar en la llamada de marras, registrándose en el Phabricator de KDE y aportando la propia. Por ahora hay varias de diferente tipo ciertamente interesantes. Por ejemplo, para mejorar la accesibilidad de las herramientas, mejorar la documentación…
Personalmente, la que más me ha gustado de las que hay es la del desarrollador de KDE Nate Graham de profesionalizar KDE a todos los niveles, mientras que las hay mucho más mundanas, como la de hacer de Flatpak un método de primera clase para distribuir aplicaciones KDE, cuando no directamente irrisorias, como es mejorar los temas visuales y de iconos de terceros.
Opiniones… ¿qué mejora profunda y ambiciosa le vendría bien al proyecto KDE? Podéis dejar un comentario aquí, pero si va en serio, id a donde toca. Por mí, con que incidan con fuerza en lo que ya se plantearon, véase la consistencia de diseño y usabilidad, me doy por conforme.
si te interesa lo último de KDE, eso es KDE Plasma 5.25, la última versión del escritorio, lanzada hace apenas unos días.
Fuente: muylinux