Vale, si vives en España y lees el titular te hará sospechar de que hablaré del Partido Popular y su rémora inseparable y fiel llamada corrupción pero aunque tenga bastantes similitudes con el tema que desarrollaré, no hablaré de política.
La corrupción no es algo exclusivo en el ámbito del poder o la política en general. Un pobre puede ser corrupto si tiene la posibilidad de ganar mucho dinero a costa de cualquier cosa, generalmente por alguna ilegalidad o por algo éticamente reprobable. Es entonces cuando hablaríamos de corruptos potenciales, que podemos ser o todos, o muchos de nosotros.
En el mundo de los desarrolladores de distribuciones GNU/Linux también hay corrupción. El listado blacklisted del blog es un vivo ejemplo de que, al igual que ocurre con la política y el poder, la corrupción llega disfrazada algunas veces, y descarada en otras. Lo mismo puede ser corrupta una distro que recién sale del cascarón como otras medianamente populares o muy populares, pero existe un patrón que separa lo corrupto de lo ético. Hablamos de ética como una serie de puntos que respetan unas normas o valores morales para el uso de la computación en este caso (privacidad, libertad y transparencia del código del software, respeto de la filosofía libre).
El patrón del que hablo es la manera para obtener beneficios económicos saltándose la ética del software libre. Es decir, cuando el dinero es la meta y el software es el medio, una manera de pensar de que el medio no es lo que importa, sino el fin. Antes de seguir, quiero que no confundan el hecho de ganar dinero de manera que se respete la ética, con ganar dinero a toda costa.
Pongo un ejemplo. Creo una distribución que he clonado de Debian porque tengo en mente personalizarla con algunas chuches y brindar un sistema atractivo y útil a la vez. Como he hecho una copia de Debian, mi distro es libre y gratuita para todo el mundo. Al cabo de poco tiempo, cada vez más gente usa mi distro porque gusta mucho. Ya son decenas de miles de usuarios y decido que es el momento para ganar dinero porque mi distro es muy popular. Es entonces cuando introduzco los controladores privativos de NVIDIA porque me dan dinero para fomentar su uso. También meto en la distro el navegador Google Chrome o Vivaldi porque me dan dinero por publicitarles. Por si fuera poco, Microsoft me paga por añadir Skype, y el doble por poner enlaces a MS Office. Si Microsoft no me convence, introduzco FreeOffice, que también me paga. Pero mi distro es muy popular, aunque sea a costa de destruir la ética del software libre. Una distro corrupta como lo son Ubuntu, Manjaro, Mint, Endeavour, Mageia, Zorin y decenas más. Todas han sucumbido a la corrupción porque la popularidad es un buen momento para aparcar la ética porque entra en juego el beneficio económico, el dinero, y con él, la suciedad y la avaricia: La corrupción.
No, no me digan que es ético usar los controladores de NVIDIA. Pueden serte necesarios, pero no son éticos porque prohíben ver su código, porque NVIDIA lleva toda su vida jodiendo la vida a GNU y al Kernel de Linux.
No me digan que es ético usar e incluir el software privativo en una distro GNU, no lo es. Por mucho que te mientan, no manipularán la verdad y la realidad de por qué nació GNU/Linux. Tanto Richard Stallman como Linus Torvalds crearon GNU y Linux porque lo privativo ponen muros y cadenas que impedían e impiden que las tecnologías lleguen a todo el mundo de manera clara y transparente. Crearon el sistema operativo como la alternativa de software libre al privativo. ¿Que sentido tiene una distro GNU si la presentas con software privativo? El usuario seguirá usando sus programas privativos que ya tenían en Windows, usará los controladores que usaban en Windows porque no vinieron a GNU/Linux porque sea un sistema operativo de carácter libre sino porque están cansados de la mierda que es Windows, pero que nadie dude de que les importará un carajo el software libre. Y es una rotunda mentira de que “poco a poco irán cambiando el software privativo por el libre y lo importante es que crezca la comunidad”: Mentira. Además, la comunidad debe de crecer en calidad, no en cantidad. Cuando hablo de calidad quiero decir que vengan porque les llama la filosofía del software libre, no que sean especialistas. GNU/Linux debe de crecer con personas con el software libre en mente, no con miles de usuarios que usan programas privativos. Repito, que se queden en Windows si a lo que vienen es a convertir GNU/Linux en un vertedero de basuras.
GNU/Linux no tiene la meta de ser enorme si el camino es llenar el sistema operativo con programas cerrados. Esto no debe ser una carrera por ser el sistema más usado, sino por usar y aceptar la filosofía del software libre. Te dirán: “Necesitamos ser muchos para que las empresas creen drivers y se aprovechen en la comunidad”. ¿Que empresas? ¿NVIDIA con sus drivers cerrados? ¿la mano de Google? ¿Adobe con su versión privativa? ¿Qt Company a recoger favores? ¿Microsoft liberando su calculadora? Más nos vale ser menos y con las ideas claras que ser muchos como ovejas vasallas de los poderosos.
Que no te confundan los corruptos. Usa distros que no añaden software privativo por muy populares que sean. Popular y corrupto muchas veces van de la mano.
Y ahora venga, a insultarme una vez más por dar mi opinión.
Fuente: maslinux
