Que hace tiempo que había señales apuntando hacia un desenlace difícil de evitar, nadie que haya seguido de cerca el trabajo de Canonical estos últimos años lo puede negar. Pero tampoco cabe duda de que el anuncio de abandono del otro día es el punto y aparte que hacía falta para certificarlo de una vez por todas. Hablamos de cómo el estandarte del escritorio Linux tira la toalla, y aunque se le pueden poner todos los peros que se quiera, esto debería entenderse sí o sí: ya no queda ninguna gran empresa cuyo objetivo principal sea el GNU/Linux de PC. De hecho, solo había una y acaba de claudicar.

Así, mientras que en los últimos tiempos se veía que donde Canonical está por fin haciendo negocio nada tiene que ver con el escritorio, las promesas de Unity 8 y cía se mantenían. Pero ya no lo hacen. Y aunque seguramente tengamos Ubuntu en PC por muchos años, ya no será lo mismo. Lo cual no significa nada concreto, vale señalar. El escritorio Linux va a seguir mejorando tal y como lo ha hecho hasta ahora, no hay de qué preocuparse en ese aspecto.

Sin embargo, de todo lo que va a cambiar para nosotros los usuarios hablaremos otro día, porque ni todo está claro aún, ni hay prisa, ni se puede entender sin conocer los antecedentes. ¿Por qué, justo ahora, se anuncia la muerte de un proyecto que llevaba en desarrollo prácticamente siete años? ¿Por qué Canonical ha desistido en este preciso momento?

El mismo día que Mark Shuttleworth daba la noticia de marras, solo un poco antes, en MuyComputerPRO publicamos una información que tenía parada prevista -no pudo ser- en estas páginas con otro titular, uno que cazaréis al vuelo: Canonical hace las paces con OVH. Esa historia comienza unos meses atrás y se entiende mejor leyendo este artículo y las fuentes que contiene. En resumen, el conflicto entre ambas compañías se ha cerrado amistosamente, lo que en el mundo de la empresa se traduce en acuerdo comercial. Ergo, el mayor proveedor europeo de servicios web está aliado ahora con Canonical. Los términos del acuerdo no han trascendido, pero el efecto inmediato es que Canonical podrá proveer sus propios servicios en torno a Ubuntu a través de la plataforma del gigante francés.

El anterior es un ejemplo que muy posiblemente proporcionará a Canonical más ingresos de los que ha obtenido con el escritorio desde que existe Ubuntu. ¿Qué más se puede añadir cuando hablamos de una compañía cuya primera década de vida ha discurrido sin lograr la rentabilidad?

Así las cosas, el objetivo de Canonical está ahora en la nube, tal vez en el Internet de las cosas, pero no en el escritorio, que seguirán ofreciendo y manteniendo porque es su mejor carta de presentación, y porque lo contrario sería el suicidio, a tenor de que tienen millones de usuarios en organizaciones de todo el mundo que usan el Ubuntu de PC para trabajar. Sí, también hay usuarios de a pie como nosotros, pero no nos engañemos, somos la última de las consideraciones a atender, por mucho que la comunidad tenga su peso.

Como muestra del cambio de rumbo de Canonical, otra noticia que publicamos en MuyComputerPRO y que trata de una reestructuración con muchos despidos, que es lo que se prevé va a suceder (las declaraciones de Mark Shuttleworth que recoge no tienen desperdicio). No obstante, las cifras del ajuste pueden ser menores, si bien la mayoría están directamente relacionadas con el desarrollo de Unity y el área escritorio. Por lo tanto, Shuttleworth puede asegurar que contribuirán con GNOME, pero es innegable que van a soltar “lastre” sin la intención de recuperarlo.

Para más datos, en Phoronix apuntan que Mark Shuttleworth volvería a ser el CEO de Canonical, puesto que como se sabe dejó en 2010 para centrarse en el diseño de productos, alianzas comerciales y otras actividades que no parecen haber cuajado, visto el resultado siete años después (a este respecto el segundo artículo de MCPRO cuanta algo no confirmado, pero demoledor: un revés de posibles inversores directo a la línea de flotación de empresa y proyecto y plausible incentivo para el tsunami al que hemos asistido).

¿Qué cabe esperar, pues? En el artículo mencionado se resume con una frase: Canonical ya no quiere ser la Apple de Linux, sino la nueva Red Hat. Han dejado de querer lo primero porque se ha demostrado imposible, y van a por lo segundo. Una pena, pero es lo que hay.

Más sobre esta historia la semana que viene.

 

Fuente: muylinux

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