Hace un par de semanas que se celebró la Debian Conference 2014 (DebConf14), el encuentro anual de desarrolladores de Debian. Contaron con la participación de Linus Torvalds, que se sometió a una ronda de preguntas de más de una hora en la que surgieron cuestiones de todo tipo, de las que te puedes esperar y de las que no, a las que el creador de Linux dio cuenta fiel a su estilo.
La sesión comenzó con un clásico: ¿sigue opinando Torvalds que Debian es una distribución difícil de instalar? ¿Le ha vuelto a dar alguna oportunidad? Se contesta antes respondiendo a la última, y es que no. A Linus no le interesan demasiado las distribuciones: le dio la oportunidad también a Ubuntu, pero la dificultad de instalar su propio kernel le hizo huir de inmediato. “He hecho el kernel y la gente piensa que soy una persona técnica, pero cuando se trata de mantener máquinas soy un completo desastre“, comenta entre las risas del público.
“¿Cuándo llegará el año del escritorio (Linux)?“, le lanzan a continuación. Es la pregunta de siempre, traída en relación a las declaraciones del protagonista unos días antes, durante la LinuxCon, donde dijo aquello de “todavía quiero el escritorio“. Cerramos ese artículo con un “a ver si se refería a los Chromebooks…” un poco en broma, pero de broma nada: “Los usuarios técnicos no gustan de Chromebooks, pero creo que son esa clase de cosa que puede hacer del año del escritorio algo posible“. La razón es la simplicidad, arguye.
Saca entonces a relucir uno de los pain in the ass the GNU/Linux, la falta de estandarización por la que “no creas una aplicación para Linux, la creas para Fedora 19, Fedora 20… [...] No puedes tener a un desarrollador creando mil versiones“. El descontrol y que se rompa el espacio de usuario es lo que peor lleva, sin ninguna duda.
“Creo que Valve podría salvar el escritorio Linux“, añade, siguiendo el mismo hilo. “Y no porque considere que los juegos son importantes; no me importa, yo no juego. Lo verdaderamente importante es que te garantizo que Valve no hará quince binarios diferentes, y también te garantizo que cada distribución querrá usar sus binarios“.
Las preguntas se van sucediendo una tras otra, y son varias las perlas no tiene que ver con nada técnico, que sí controvertido. “¿Cómo crees que afecta a la cultura comunitaria de un proyecto cuando el líder le dice a alguien en listas de correo públicas que debería abortar retroactivamente y que le sorprende que siga vivo, cuando debería haber muerto de niño por ser tan estúpido que no debería haber encontrado una teta de la que chupar?“, le espeta uno de los asistentes. “Estoy de acuerdo en que algunas personas se podrían desanimar con eso“, admite con vocecilla traviesa, acompañado de nuevo por las risas de la audiencia.
No obstante Linus se extiende con la respuesta, aunque básicamente repite lo de “mi cultura es maldecir“, “no me gustan los convencionalismos”, etc. Pero el que pregunta, insiste: “No hablo de convencionalismos, sino de respeto“. Y arranca un par de aplausos. “Podéis aplaudir lo que queráis, pero el respeto no se da, se gana“.
Y hasta este punto os hemos resumido apenas veinte minutos de la charla. Las preguntas no cesan y Linus tiene para todos, incluida la FSF, a la que considera “una pandilla de fanáticos”, aunque recula al momento con un “también hay gente maja”; Systemd, que “no está tan mal como lo pintan”… De muchas, muchas cosas departe Linus, y que no os confundan las palabras escritas, porque en general el ambiente es de muy buen rollo, con el insigne finlandés rajando a diestra y siniestra con la naturalidad que le caracteriza.
Así pues, como es imposible que demos cuenta de toda la QA, a continuación os dejamos con el vídeo íntegro. Está en inglés, pero es muy recomendable. Pura distracción ‘linuxera’ digna de un viernes tarde.
Fuente: muylinux