En un mundo donde la inteligencia artificial parece estar en todas partes, se ha extendido la creencia de que estudiar informática pronto será inútil. Sin embargo, esa visión ignora por completo la complejidad y profundidad del trabajo informático. La realidad es muy distinta. Aquí exploramos por qué, lejos de volverse obsoleta, la informática es más necesaria que nunca.
La confusión que alimenta el mito
La idea de que la inteligencia artificial reemplazará a los profesionales de la informática no solo es precipitada, sino que proviene de voces ajenas al sector. Desde economistas hasta orientadores educativos, muchos afirman que programar será cosa del pasado. Pero escribir código es solo una mínima parte de lo que abarca la informática.
Una carrera en este campo implica arquitectura de sistemas, diseño de infraestructuras digitales, seguridad cibernética, verificación de sistemas y creación de nuevos lenguajes de programación. Ninguna de estas áreas puede ser ejecutada de forma fiable por la IA actual, ni se espera que lo sea en un futuro cercano.
La IA como herramienta, no como sustituto
Lo que sí puede hacer la inteligencia artificial es ofrecer herramientas que aumentan la productividad, resuman información y generen contenido con apariencia humana. Pero detrás de estas capacidades hay limitaciones fundamentales: la IA no razona, no comprende el contexto y opera mediante atajos estadísticos.
Por eso no puede diagnosticar interrupciones complejas, ni reescribir código para tecnologías emergentes como la computación cuántica, ni mucho menos diseñar infraestructuras críticas como sistemas operativos seguros o software para centrales nucleares.
Diez tareas donde la IA no tiene nada que hacer
A pesar del bombo mediático, existen funciones que la inteligencia artificial no puede asumir sin una supervisión humana altamente especializada. Algunas de ellas incluyen:
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Adaptar algoritmos financieros a condiciones cambiantes.
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Crear nuevas arquitecturas energéticamente eficientes.
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Auditar sistemas médicos basados en IA.
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Diseñar plataformas para validar correos electrónicos o proteger infraestructuras críticas.
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Desarrollar la próxima generación de IA segura y ética.
Lo que sí cambia (y lo que no)
La informática está evolucionando, sí, pero eso no implica su desaparición. De hecho, la IA depende profundamente de la informática para su propio desarrollo. Si algún día la IA pudiera operar de forma completamente autónoma, todas las profesiones estarían amenazadas, excepto una: la de quienes crean y supervisan la propia inteligencia artificial.
Durante la Revolución Industrial, los trabajos más demandados fueron los de quienes entendían las nuevas máquinas. Hoy, en la revolución digital, el paralelismo es claro: quien entienda y domine la tecnología tiene el futuro asegurado.
En lugar de desalentar a las nuevas generaciones, deberíamos alentarlas a formarse en informática. Porque, aunque los métodos cambien, el conocimiento técnico sigue siendo la clave para construir, controlar y mejorar el mundo digital que nos rodea.
Fuente: gizmodo | TheConversation


