Publicaba esta semana pasada un artículo en MC sobre la VPN de Google One, una propuesta interesante por el paquete del que forma parte que, sin embargo, vuelve a dejar fuera a Linux. Y me preguntaba si no habría algo similar que si estuviese disponible para nuestro sistema… y sí, lo hay: WARP, la VPN de Cloudflare. ¿La conocías? ¿No? Te cuento.
Pero antes, una advertencia para dejar las cosas claras: no voy a explicar ahora en qué consiste una VPN, aunque sí conviene mencionar que lo suyo es pagar por un servicio que aporte confianza y tenga buen soporte de Linux, ya que estamos. Hay para elegir, pero cuestan un dinero. ¿Y si no te quieres gastar nada? También hay servicios gratuitos, pero no suelen ser recomendables por diversos motivos: tienen limitaciones importantes, no son todo lo privados que deberían ser…
Y, sin embargo, aquí estoy hablando de WARP, la VPN de Cloudflare, cuyo principal atractivo es el ser gratuita, aunque también tiene modalidad de pago con la que ampliar las funciones y asemejarla más a una VPN tradicional, esto es, con opciones que permitan elegir la ubicación desde la que uno se conecta. Con el plan gratuito de WARP esto no es posible, aunque desde que se lanzó hace unos años como aplicación móvil, el servicio ha mejorado sustancialmente.
WARP ya no solo cifra la conexión, sino que asigna una nueva IP al usuario, aunque siempre en la misma localización geográfica en la que se encuentre. En este sentido, actúa igual que la VPN de Google One, aun cuando ofrece la posibilidad de suscribirse a un plan de pago y ampliar sus capacidades. Otro aspecto que diferencia a WARP de una VPN al uso es la gestión de las DNS, cuya explicación tampoco voy a desarrollar.
Así, WARP proporciona una conexión a través de los DNS propios de Cloudflare, cifra la conexión y enmascara la IP. El paquete completo, salvo por la limitación regional o la mejora en la velocidad del servicio que incluye el plan de pago. Dicho lo cual, si hay algo por lo que es conocida Cloudflare, es por la velocidad de sus servicios (la combinación de WireGuard y el protocolo UDP no es la más usual en este tipo de escenario, pero resulta efectiva). Para más datos, es un gigante de los servicios en línea con implantación mundial y un rendimiento a la altura del mismo Google.
De hecho, hace tiempo que Firefox o Chrome implementaron por defecto las DNS de Cloudflare, que cualquiera puede activar en las preferencias de ambos navegadores, en la opción DNS sobre HTTPS (no es la única alternativa y se pueden añadir otras manualmente, no solo al navegador sino al sistema).
Conexión normal
Conectado a WARP
La pregunta que te estarás haciendo es… ¿cuán privada y segura es WARP? Y la respuesta es… depende de lo que estés buscando, y es que algo que debes tener en cuenta es que cuando usas WARP, todo el tráfico de tu equipo pasa por los servidores de Cloudflare, una gran compañía estadounidense cuyo negocio no es, a diferencia de Google, la publicidad. Pese a ello, tampoco se trata de una compañía enfocada en proteger la privacidad del usuario, sino en los servicios web para empresas.
Por si acaso, que sepas que lo mismo ocurre cuando te conectas ‘a pelo’ a Internet: tu proveedor registra todo el tráfico de tus dispositivos.
Según las directrices de privacidad de WARP (aquí la política de privacidad completa de Cloudflare), solo recogen los datos necesarios para ofrecer el servicio y no almacenan ni comparten nada con terceros, salvo en los casos especificados. Por ejemplo, por una petición judicial. De manera adicional, el uso de WARP conlleva una ID de registro para el programa de afiliados, así como mide la cantidad de datos transferidos, el monto de datos por sitio web y región y la velocidad media del servicio.
Cloudflare asegura que solo utiliza esos datos para ofrecer el servicio y, claro está, para mejorar sus redes, pero como se suele decir, te lo tienes que creer. Como te tienes que creer que otros proveedores de VPN no guardan datos y son fieles a sus políticas de uso. En este punto es cuando hay que recordar que las VPN están ahí para -entre otras cosas- ofrecer un plus de privacidad y seguridad al conectarse a Internet, no para garantizar el anonimato a nadie.
El anonimato en Internet no existe, menos aún cuando se pretende tener una experiencia amigable con sitios y servicios. Para ello, en todo caso, está la red Tor y proyectos como Tails. Eso sí, no esperes disfrutar la experiencia.
En resumen, que cada cual decida si le conviene usar algo como WARP. Personalmente recomendaría rascarse un poco el bolsillo en una alternativa más completa y confiable por nicho de negocio, pero para quien no quiera o pueda gastarse el dinero, WARP es una opción interesante. Por ejemplo, para conectarse a redes públicas o para acceder a sitios de dudosa reputación. O sea, no tienes por qué estar usándola constante mente, basta con que lo actives cuando lo necesites.
WARP dispone de aplicaciones para móvil (Android, iOS) y PC (Linux, Mac, Windows), aunque en lo que respecta a Linux, solo está el cliente para la línea de comandos. Con todo, las instrucciones para instalar WARP en Linux son realmente sencillas e incluyen el método para añadir los repositorios oficiales para Ubuntu, Debian y Red Hat Enterprise Linux, así como paquetes específicos según la versión de la distribución, pero solo para 64-bit. Una vez instalado añade un icono en la bandeja de sistema.
A modo de extra, los usuarios más comodones, al menos en GNOME y KDE Plasma, encontrarán una extensión para GNOME Shell y un servicio de menú para Dolphin.
Fuente: muylinux