Si nos atenemos a los resultados de nuestra encuesta de fin de año, Vivaldi no es uno de los navegadores web más populares por aquí, lo cual me extraña un poco considerando que junto a Firefox es el que más posibilidades ofrece a nivel de funcionalidad para usuarios avanzados. Pero no importa si no usas Vivaldi para navegar, porque lo puedes usar como suite de productividad, en el caso de que las disponibles para Linux -o para Windows y macOS- no te convenzan del todo.
Por suite de productividad o PIM (Personal Information Manager) entendemos aplicaciones como Evolution, Kontact o Thunderbid, que aúnan bajo el mismo techo gestor de correo electrónico, calendario, contactos y demás. Pues bien, Vivaldi está a punto de convertirse en una de ellas e incluso aunque no te interese utilizarlo como navegador, puedes hacerlo de manera independiente para tales tareas y alguna más… o alguna menos, ya que puedes elegir qué usar y que no. No es un todo o nada.
No obstante, digo que Vivaldi está a punto de convertirse en una solución de productividad completa porque por el momento dichas funciones se encuentran en fase de pruebas, así que tal vez prefieras esperar a que se lancen como estables para probarlo en profundidad. Solo te puedo adelantar que yo llevo utilizándolo desde hace casi un mes y todo funciona muy bien, no en vano el desarrollo de estas características comenzó hace años y se usa internamente en Vivaldi desde hace bastante también.
De la previa de Vivaldi Mail y compañía informé a fondo a finales de noviembre en MC, pero vamos a repasarlo todo que merece la pena. Además, si entonces la activación de estos nuevos componentes solo estaba disponible en la versión beta, ya lo está en la estable, indicativo de que cada vez está más cerca de llegar al grueso de los usuarios de Vivaldi.
Un apunte: para este artículo he utilizado tanto imágenes promocionales de Vivaldi como capturas realizadas por mí, por eso verás algunas en inglés y otras en castellano.
Vivaldi Mail
Vivaldi Mail es la culminación de una de las promesas con las que nació este navegador: recuperar la funcionalidad que un día ofreció Opera. He ahí el gran propósito -que no el único- de Vivaldi, fundado por quien también fundó Opera, Jon Stephenson von Tetzchner. Así, no es de extrañar que Vivaldi Mail recuerde mucho a aquel.
En resumen, Vivaldi Mail es un cliente de correo electrónico integrado en el navegador, pero no por ello carece de opciones, todo lo contrario: soporte de POP3, IMAP y SMTP, bandejas de entrada unificadas o independientes, carpetas personalizadas para organizar mejor los mensajes, filtros, etiquetas, indicadores, búsqueda, soporte sin conexión… Vivaldi Mail tiene todas las opciones que esperarías encontrar en cualquier aplicación de su categoría y un diseño bastante apañado.
Por supuesto, puedes utilizar Vivaldi Mail con cualquier servicio de correo que soporte los protocolos mencionados, que son prácticamente todos con excepción de los que usan cifrado de extremo (con la excepción, valga la redundancia, de ProtonMail, que ya tiene solución para esta particularidad).
Otro dato a tener en consideración es que Vivaldi Mail no afecta demasiado al consumo del navegador. Yo lo he probado con cuatro cuentas a la vez y consume menos que utilizar Kontact (KMail) o Evolution. Además, la integración con el escritorio es muy buena: respeta los diálogos de ventana nativos, las notificaciones y se puede añadir como cliente de correo predeterminado.
Vivaldi Calendar
La activación de Vivaldi Mail trae consigo la de Vivaldi Calendar, una aplicación de calendario que también está a muy buen nivel. Al igual que el anterior, se puede usar con cualquier servicio de calendario que ofrezca soporte del protocolo estándar (CalDAV), con el añadido de que permite utilizar cuentas y calendarios locales cuyos datos no salen del ordenador.
Otras opciones de Vivaldi Calendar incluyen vista de año, mes, semana, día y agenda; programación de eventos por fecha y hora, por ubicación, descripción y URL; eventos recurrentes, modo tareas con casillas y calendarios privados o compartidos. A nivel de funciones es muy completo y el diseño y la usabilidad acompañan.
Si se le echa algo en falta al combo de gestor de correo y calendario, es integración entre ambos, de manera que puedas crear eventos o tareas a partir de mensajes, pero cabe recordar que el software todavía está en pruebas y conociendo cómo funcionan en Vivaldi, todo se andará.
Para más datos acerca de Vivaldi Mail y Calendar, el artículo oficial de presentación.
Otras funciones
Si bien el gestor de correo y el calendario son lo más potente de la suite en materia de organización, no es lo único que hay. Al estilo de Thunderbid, Vivaldi Mail incluye un lector de RSS. En mi opinión, este es el aspecto más pobre de todo el conjunto… aunque quizás opino así porque soy un usuario intensivo de RSS y se me queda muy corto. Tampoco me gusta que se integre en la misma interfaz del cliente de correo, pero según se comenta, esto podría cambiar en un futuro.
Otro elemento al que no se hace referencia desde Vivaldi es el gestor de contactos, que aparece en el panel lateral del navegador cuando se activa el correo y el calendario, y no está nada mal por cómo se integra con el primero. Es muy sencillo, pero una vez has configurado la cuenta de correo muestra todos los contactos ligados a esta y al seleccionar uno en concreto se abre la vista del correo con todas las conversaciones en las que participa dicho contacto.
Al margen de todo lo expuesto, Vivaldi ofrece más funciones que vienen realmente bien para gestionar información personal y que además están disponibles en su forma estable para todos los usuarios. Por ejemplo, el sistema de marcadores, común a cualquier otro navegador, pero muy superiores en cuanto a funcionalidad por su diseño, aunque no esté exento de detalles a mejorar.
En este sentido destaca la aplicación de notas, muy útil para tomar notas rápidas o complejas, ya que tiene soporte de MarkDown; así como para guardar enlaces o fragmentos de texto de páginas web y capturas de pantalla al más puro estilo de Evernote y similares. Solo falla el diseño, que tanto en el panel lateral como el la vista completa no resulta nada ergonómico por la disposición vertical que utiliza. Pero es un añadido de lo más interesante al conjunto.
Y no me puedo olvidar de mencionar el panel lateral, indispensable para un manejo pleno del gestor de correo, pero también para sacarle todo el partido a funciones como los marcadores y las notas, que tienen su propio apartado en el navegador, pero que también se pueden acceder rápidamente por esta vía. Lo mismo sucede con el calendario y con cualquier otro sitio que se quiera enlazar para aumentar las capacidades de productividad de Vivaldi: ahí se pueden anclar, por ejemplo, servicios de mensajería que tengan versión web.
Por último, hay que señalar que Vivaldi ofrece de manera gratuita y con una política de privacidad muy consistente -básicamente, pasan de tus datos- un servicio de correo electrónico que incluye calendario basado en el software de código abierto Roundcube y que cualquiera que se abra una cuenta -la misma que se usa para sincronizar los datos del entre diferentes dispositivos- puede utilizar para tener un calendario en línea sin tirar de lo de siempre (Google, Microsoft, etc).
Cómo activarlo
Como he apuntado antes, el gestor de correo electrónico, el calendario, el lector RSS y el gestor de contactos se encuentran todavía en fase de pruebas y deben ser activados para poder utilizarse. Lo suyo sería esperar a que estén disponibles de manera estable, lo cual no debería tardar mucho en suceder; pero quien desee probarlo todo ya, puede activarlo accediendo a la siguiente URL interna:
vivaldi://experiments/
Y marcando la casilla correspondiente (Calendar, Mail & Feeds).
No hay más.
De hecho, hay mucho más, pero en este artículo me he referido a todo lo que por ahora puede dar de sí Vivaldi en materia de productividad personal, sin entrar en sus capacidades como navegador web, que también las tiene y algunas son de lo más interesantes (otras necesitan pulirse un poco, no es perfecto). De lo contrario, esto se alargaría en exceso.
El quid de la cuestión es que incluso aunque no se quiera utilizar como navegador web, como suite de productividad es -o lo será en breve, cuando se lance como estable- una opción a tener en cuenta sobre todo en Linux, donde no abundan este tipo de soluciones. La pega de todo esto es que Vivaldi no es software libre, pero tienen bastante transparencia con el desarrollo y sus políticas de privacidad no tienen nada que ver con las de los gigantes del sector.
Fuente: muylinux