A pesar de estar en pleno siglo XXI, la igualdad entre hombres y mujeres sigue siendo un asunto pendiente de reparar y normalizar. Un asunto en el que no vamos a entrar porque es complejo y porque no nos compete, pero que tampoco ignoramos cuando es noticia. Y la noticia a este respecto suele contar que la tecnología se mantiene aún hoy como un terreno mayoritariamente masculino.
La pregunta es por qué y la respuesta es, a grandes rasgos, más simple de lo que cabría esperar: incluso en las sociedades más desarrolladas se siguen imponiendo ciertos estereotipos. Es un hecho que por razones culturales hay líneas de trabajo que parecen llevar el sexo etiquetado por defecto y a juzgar por los datos, así se entiende la brecha de género en el ámbito de las STEM (carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés).
En este sentido las cifras no engañan y aunque los argumentos para explicarlo son muchos, el estigma de los estereotipos es el que prevalece. Sucede en el mundo de la tecnología en general, pero más particularmente en puestos de trabajo especializados. Y el ecosistema del Open Source no es una excepción. Lo vimos hace un par de años con una infografía que tampoco dejaba lugar a dudas: el software libre es cosa de hombres, sería el resumen, y es que el porcentaje era casi absoluto.
Ahora la comunidad de OpenStack publica un informe propio que mejora de manera ligera las cifras, y no es mal punto de referencia, a tenor de que se trata del proyecto Open Source de carácter empresarial más relevante actualmente, el que mayor crecimiento y adopción está experimentando y el que más negocio está generando. OpenStack es el estándar abierto de facto para la creación de infraestructuras de computación en la nube y cuenta con el apoyo de muchas compañías que invierten en su desarrollo, incluyendo a IBM, Intel, Red Hat, SUSE, Canonical y un largo etcétera.
Pues bien, Intel patrocinó el pasado abril un ‘informe cuantitativo’ acerca de la contribución que realizan las mujeres en proyectos de la OpenStack Foundation tanto a nivel técnico como por presencia en puestos de gestión, que ve la luz ahora y que arroja cifras desiguales. Por un lado se destaca que más del 10% de las contribuciones serían de mujeres, pero el término contribución es bastante ambiguo y conviene matizarlo. Un extracto de las conclusiones de Bitergia, la firma encargada de realizan el estudio:
La Fundación OpenStack, que promueve el desarrollo, distribución y adopción global del proyecto OpenStack, con más de 60.000 miembros individuales en unos 180 países, cuenta con un 25% de mujeres en su equipo ejecutivo (officers) y un 17% en la junta del gobierno del proyecto (board). El 20% del User Comittee son mujeres, y la labor de este grupo es ayudar a una serie de grupos de trabajo, con un 16% de coordinadoras, en áreas de mejora del proyecto. De las personas que colaboran con los grupos de trabajo a modo de mentorización, denominadas OpenStack Ambassadors, un 18% son mujeres.
En los aspectos relativos a las contribuciones técnicas es donde los porcentajes son menores. Por ejemplo, el equipo de PTLs (Project Team Leaders) es elegido cada 6 meses, y actualmente de 60 proyectos, sólo un 5% cuenta con una mujer como PTL. El 7,15% de los commits son hechos por mujeres, representando algo más del 10% del grupo de desarrollo, y el 8,75% de las peticiones de revisión de código son hechos por mujeres. En cualquier caso, estos porcentajes han ido creciendo desde el inicio del proyecto hasta mediados de 2016, siendo estables en los últimos meses.
El informe al completo es este: Gender Diversity Analysis in the OpenStack Community (PDF), y según Bitergia se trata de “un primer paso dentro de las iniciativas para fomentar la diversidad en la comunidad de OpenStack y se prevé ampliar su alcance a otros grupos sub-representados y analizar posibles causas por la que algunas personas de dichos grupos abandonan el proyecto”.
Fuente: muylinux