Cuando Valve reveló SteamOS al mundo, muchos se preguntaron la razón por la que el sistema operativo de la compañía terminó por basarse en Debian y no en Ubuntu, siendo que Valve había elegido la distribución de Canonical para el debut de su cliente de escritorio para Linux.

Hubo una gran variedad de especulaciones al respecto, muchas de ellas apuntaban a que Valve simplemente no quería utilizar el servidor gráfico de Canonical, Mir. Pues bien, Gabe Newell finalmente ha revelado la razón: cuestiones legales.

Así lo reportan los chicos del sitio alemán Heise Open. Muy escuetamente, eso sí.

Al parecer hubo problemas entre ambas compañías por la «situación legal poco clara de ciertos componentes adicionales».

Algunos apuntan a que dichos problemas podrían deberse a determinados controladores propietarios, mientras que otros van más allá y echan la culpa a la licencia para contribuidores de Canonical —la Contributor License Agreement, CLA por sus siglas en inglés—. A saber, lo único seguro es que hubiera sido excelente que Gabe Newell hubiera dado más detalles al respecto para evitar especulaciones.

Sea como fuere, Valve sigue impulsando SteamOS y sus Steam Machines, aliándose con fabricantes y poniendo a disposición de todos las imágenes de instalación de su sistema operativo. Su instalador cuenta incluso ya con su primera bifurcación.

 

Fuente: Phoronix | ubunlog

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