Hoy quería volver a hablaros de la situación de los drivers privativos de AMD para el SO del pingüino y, la verdad, siguen en las mismas.
Hace algunos días decidí volver a intentar retomar la senda gaming con ubuntu, cosa que he tenido que deshechar una y otra vez debido a la ausencia de un driver que explotara las cualidades de mi tarjeta gráfica. Primero intenté jugar a League of Legends, del cual no esperaba mucho ya que siendo emulado bajo Wine sabemos que el rendimiento decae seriamente, aunque sabía que se podía jugar. Hice un primer intento con los drivers libres… de 5 a 10 fps. Segundo intento, con el driver privativo que ya estaba disponible para tarjetas gráficas de generaciones anteriores a la última (hablamos de una R7 260X)… 10-20fps inestables. Teniendo en cuenta que sobre windows el juego rinde con esa gráfica a una media de 120-150 fps, no me cuadran las cuentas.
Dado que jugar bajo Wine no parecía una opción viable y que me picaba el gusanillo, volví a tirar de Counter Strike: Global Offensive. Como bien sabréis, el juego se puede ejecutar de forma nativa mediante Steam en Linux (alabado sea Gabe). La prueba con los drivers libres no fue muy allá… Sí, era medianamente jugable, hasta que te encontrabas con alguien de cara, había disparos y le daba una embolia gráfica al juego con los consiguientes tirones. Bueno, vale, era de esperar….
Armado de “esperanza” (porque era más esperanza que certeza) de que funcionaría mejor con el driver privativo, lo volví a instalar y ejecuté el juego. Si bien era “jugable”, a ratos, llega un punto aleatorio pasada media hora de juego en el cual únicamente tienes tirones gráficos, haciéndolo totalmente injugable. Por supuesto, en Windows este juego no es nada para esta tarjeta gráfica, funcionando sin problemas ni tirones con la configuración gráfica al máximo.
Pero esperad, que eso no es todo. En mi caso, utilizo una configuración de dos monitores en mi ordenador, sencillamente por comodidad ya que suelo estar haciendo dos cosas a la vez. El modelo de tarjeta gráfica que yo utilizaba tenía un puerto HDMI y otro puerto DVI-D para conectar ambos monitores, los cuales con el driver libre en Ubuntu no me dan ningún tipo de problema. Pues bien, si instalo el driver propietario, adiós segunda pantalla. KO, muerta, pantalla en negro, no signal, siendo bastante extraño ya que en la pantalla de monitores sí que aparecía el monitor secundario reconocido por Ubuntu. Tras indagar durante media hora por la red, descubrí dos cosas. La primera, no era el primer desgraciado con el problema. La segunda, al driver propietario le parece bien cambiar el formato del puerto. Me explico, mediante un comando utilizado en la terminal, se puede ver la configuración de los displays que se está utilizando. Ahí descubrí, que AMDGPU-Pro encontraba bastante gracioso considerar mi monitor DVI-D como si fuera DVI-I de forma que, lógicamente, era totalmente imposible para el SO enviar ningún tipo de señal al monitor.
Lo siento AMD, pero ya me has cansado
Esto al final ha terminado con mi paciencia y he acabado por comprar y montar una GTX 1050 de Nvidia. Ni punto de comparación. No es que sea una gráfica mucho más potente en números (aunque lógicamente, es superior) pero el driver privativo de Nvidia, no sólo no me da ni un santo problema (con el de AMD no podía abrir steam como una persona normal) sino que además puedo ejecutar, por ejemplo, League of Legends a una media de 100-144 fps y cs:go durante el tiempo que quiera con la configuración gráfica al máximo sin un solo tirón. Sencillamente, es otra forma de hacer las cosas y de cuidar su producto para Linux. Sí, será más caro y quizás comparando números una solución gráfica de AMD en relación calidad precio, puede ser mejor dependiendo de tu presupuesto pero si te gusta jugar lo más mínimo y te gustaría hacerlo bajo Linux, por favor, no tengas la pésima idea de comprar una gráfica de AMD, a no ser que quieras pasar por todos los dolores de cabeza que su driver privativo conlleva para Linux.
Fuente: ubuntizando
