En abril de este año comenzó a gestarse una de las distribuciones más populares que este pasado 20 de octubre cumplió 19 años. Aunque la fecha ya pasó es un buen momento para hacer un breve repaso de la historia de Ubuntu.
En lo personal, comencé a usar Ubuntu dos años después de su lanzamiento y, aún sigo usando una derivada, por lo que viví y cubrí como usuario y bloguero los diferentes hitos en su evolución.
Ubuntu cumplió 19 años
Como tantos otros proyectos de código abierto, Ubuntu vive la contradicción de ser al mismo tiempo un proyecto comunitario controlado por un líder fuerte. Su historia está fuertemente signada por la personalidad de su fundador, Mark Shuttleworth
Quién es Mark Shuttleworth
Antes de fundar Ubuntu, Shuttleworth (nacido en Sudáfrica en el año 1973) pasó por la Universidad de Ciudad del Cabo donde se especializó en ciencias empresariales, finanzas y sistemas de información. Fue allí donde se conectó con diversos proyectos de software libre e hizo pequeñas colaboraciones en el desarrollo del servidor Apache y la distribución Linux Debian. De hecho, fue el primero en subir los paquetes de Apache a los repositorios de Debian.
En los primeros días de Internet fundó una startup llamada Thawte que actuava como autoridad certificadora y servicios de seguridad en Internet. Gracias a sus productos basados casi totalmente en software libre y de código abierto, Thawte se transformó en la segunda autoridad de certificación más grande de Internet siendo la primera el gigante Verisign.
La importancia de la empresa de Shuttleworth fue tal que Verisign la adquirió por una cifra no conocida pero que se cifra en varios cientos de millones de dólares.
Con una parte de ese dinero hizo lo que cualquiera de nosotros haría, tomarse unas vacaciones. Pero, no fue al Caribe ni a Marbella, aprendió ruso y se entrenó nueve meses para poder participar del programa espacial de ese país. El entrenamiento le permitió integrar la misión Soyuz TM-34. En esta misión que pasó ocho días en la Estación Espacial Internacional realizando experimentos que tenían que ver con el sida y la investigación del genoma.
Cuando volvió en el 2000 todavía le quedaba dinero. Una parte fue a crear una fundación filantrópica con su nombre para financiar, impulsar y desarrollar la innovación social en la educación. También creo HBD acrónimo de Here be dragons (Aquí hay dragones) una incubadora de nuevos proyectos.
El nacimiento de Ubuntu
Shuttleworth pensaba, como otros antes que él que Linux tenía que llegar a las masas. Para esto era necesario crear una distribución que fuera fácil de utilizar. Por un tiempo creyó que la manera de hacerlo era postularse para líder del proyecto Debian, pero sus objetivos de masividad no coincidían con los objetivos de este proyecto.
Tampoco lo convencieron las «distribuciones fáciles» que existían en la época.
En abril del 2004 una docena de personas se reunieron en el apartamento londinense de Mark para hacer una lluvia de ideas sobre las características que debería tener la nueva distribución. Algunos de las conclusiones fueron:
- Fechas de lanzamientos frecuentes y predecibles.
- Énfasis en las traducciones, la adaptación a las realidades regionales y en la accesibilidad.
- Distribución fácil de usar y escritorio amigable.
- Se adopta el enfoque comunitario de otros proyectos de software libre posibilitando que los diferentes integrantes colaboren en todo el ciclo de desarrollo y no solo en el lanzamiento.
- Creación de herramientas diseñadas especialmente para el desarrollo, liberación y actualización de la nueva distribución.
Shuttleworth acordó pagar al grupo (que se dio a si mismo el nombre de «perros de guerra») el salario para que se dedicara al desarrollo de la nueva distribución. Fue él quien la bautizó Ubuntu por una palabra en varios dialectos sudafricanos que no tiene una traducción exacta en nuestro idioma puede explicarse por esta definición del premio Nobel de la paz Desdmond Tutu:
Una persona con ubuntu está abierta y disponible para los demás, afirma a los demás, no se siente amenazada porque los demás son capaces y buenos, porque tiene una adecuada seguridad en sí mismo que proviene de saber que pertenece a un todo mayor y disminuye cuando otros son humillados o menospreciados, cuando otros son torturados u oprimidos.
En el próximo artículo continuamos con la historia de la distribución.
Fuente: ubunlog