El pasado mes de noviembre hice un review sobre Fedora 33 para instalar el kernel libre y para hacer un deblob usando freed-ora que liberan los desarrolladores de la FSF para convertir Fedora en una distribución 100% de software libre. A ver, Fedora per se, la imagen estándard es bastante respetable con los términos del software libre si la comparamos, claro, con Ubuntu o Mint, pero habemos usuarios que nos gusta ir más allá y eliminar los blobs binarios del kernel y usar firmware libre.
Pero no vengo a hablar de mi libro en realidad. Es que hoy me ha dado por descargar una ISO y echarle un nuevo vistazo a esta versión 33 de Fedora (y por cierto, no queda mucho tiempo para que salga del horno la versión 34), con eso de usar Btrfs como formato de archivos predeterminado, si no lo evitas en la instalación y utilizas el viejo Ext4.
Vale, no voy a hacer una revisión detallista del sistema, sino como usuario que conoce desde hace mucho tiempo esta distribución, hablaré de las sensaciones.
Primero el plato fuerte: No noto ningún cambio con las versiones anteriores de Fedora. Hay que decir que hablo sólo y exclusivamente de esta distro con KDE Plasma y no con su entorno mimado, GNOME. Bueno, mimado a nivel técnico porque lo que es el apartado estético, el mimo se convierte en descuido total. Admitámoslo, GNOME en Fedora es más feo que pegarle a un padre con un calcetín sucio. Lo que pasa es que por regla general quien usa Fedora GNOME, el aspecto es lo que menos le importa. Pero de cualquier forma, liviano, lo que es liviano, no lo es en absoluto.
Y de eso quería hablar. Las novedades de Fedora 33 fueron anunciadas a bombo y platillo: El editor vi por nano, el uso de zRAM, que al menos en teoría el rendimiento debería ser mayor por la compresión del formato, aceleración del navegador Firefox por la adición de VA-API tanto con los protocolos Wayland como X11. Por último, de los cambios importantes, se señalaba la actualización a GNOME 3.38, cosa que en esta entrada obviamente no vamos a tocar.
Ha habido algún cambio: El wallpaper, un bonito fondo del planeta Tierra visto desde el espacio y el consumo de memoria RAM que sigue siendo elevado. Nótese que he probado en máquina virtual, pero igualmente lo he probado en disco duro con el mismo resultado. No se si es que Fedora pasa completamente de hacer algo para remediar esto o todo se debe por culpa de Wayland. Da igual, el problema sigue siendo el mismo. Ni Fedora, que es el banco de pruebas de RHEL, ni esa versión comercial, nunca han hecho nada para hacer su sistema operativo algo más liviano y menos demandante de recursos. Posiblemente se deba a su enfoque en el sector de servidores, donde se supone que las máquinas son auténticas bestias que no les afecta un consumo elevado. Aún así, es cierto que he notado una mejoría en el tiempo de respuesta al ejecutar las aplicaciones. No tiene tantos lags como las versiones anteriores.
Y esto no se debe a un posible hinchazón de programas que instala Fedora KDE Plasma por defecto, no es para tanto. Hay distros que vienen con más de tres veces la cantidad de programas. No critico las cosas que trae, todo lo contrario. Son aplicaciones y herramientas características del proyecto KDE, y hasta la suite de ofimática es Calligra. La inclusión del navegador Falkon no se a qué viene, pues no se desarrolla desde el verano del 2019. También trae a Firefox, buena idea.
No obstante deben saber que Fedora 33 trae KDE Plasma versión 5.19, si van a por ella, sabed este dato, pero es fácil actualizar a ediciones más nuevas.
Tened en cuenta que el spin de Fedora con KDE Plasma no se presenta como algo minimalista, ni es su idea, sino la de empezar a trabajar con el sistema desde el momento que instalas el sistema.
Que no hayan confusiones, me encanta Fedora. Empecé con Red Hat en 1998 y después le siguió Fedora Core 1 y los recuerdos, aunque encontrados, son recuerdos de mi pasado y le tengo cariño. El hecho de cuidarse de mantener unos repositorios sólo de software libre y no traer activado ninguno con componentes privativos, me encanta.
Página del proyecto Fedora.
Fuente: maslinux
