Cuando, hace unos días, RedHat anunció el fin del proyecto CentOS Linux, se apresuró a dejar claro que el nuevo "CentOS Stream no es un reemplazo" para dicha distribución, hasta ahora la más popular en el ámbito de los servidores junto a Debian y Ubuntu.
Y es cierto: CentOS Stream, al contrario de CentOS Linux, actuará como versión de desarrollo de Red Hat Enterprise Linux, en lugar de limitarse a recompilar los binarios de ésta sin referencias a las marcas y logos de Red Hat (y, por lo tanto, de forma gratuita).
Obviamente, convertir una de las distribuciones más estables del panorama linuxero en un campo de pruebas para actualizaciones de Red Hat se carga por completo el espíritu (y el principal factor de éxito) de CentOS.
Un poco de historia
Hace seis años, la comunidad de CentOS aceptó pasar a ser patrocinada por RedHat, poniendo en sus manos la marca y el futuro de la distribución, y pasando sus desarrolladores a engrosar la plantilla de la compañía. A cambio, Red Hat debía salvaguardar la naturaleza del proyecto.
Pero ahora, tan sólo un año después de la adquisición de Red Hat por parte de IBM, dicha promesa ha sido traicionada. Eso por no hablar de la promesa de mantener el soporte de cada versión de CentOS durante 10 años, muy apreciada dado el tipo de entornos donde se instalaba, pero que será vulnerada en el caso de CentOS, cuyo soporte ahora finalizará en 2021.
Ante esta situación, la comunidad de usuarios de CentOS ha echado un vistazo en derredor, buscando alternativas. La otra gran distribución clónica de RHEL, Scientific Linux, fue descontinuada hace año y medio en favor de CentOS. También se basa en RHEL Oracle Linux, pero en este caso estamos ante una distribución en manos de una empresa, no de la comunidad.
Nace Rocky Linux
De modo que había que construir un nuevo CentOS desde cero. Y fue precisamente uno de los co-creadores de CentOS, Gregory Kurtzer, quien aprovechó el momento de desconcierto para animar a usuarios y desarrolladores a unirse a un nuevo proyecto comunitario basado en RHEL y que, además, facilite la transición desde CentOS a la nueva distribución.
Este nuevo proyecto nacía con poco respaldo más que la influencia de Kurtzer y un nombre, Rocky Linux, otorgado en honor al otro co-creador de CentOS, el ya fallecido Rocky McGough. Pero en poco más de dos días ha logrado poner a 750 voluntarios bajo su bandera, decididos a recuperar el espíritu del proyecto CentOS.
Rocky Linux ya cuenta con un repositorio de GitHub, aunque por ahora la mayor parte del trabajo se está realizando mediante debates en su foro oficial, con el objetivo de dotar de imagen de marca e infraestructura tecnológica y legal a la distribución.
El desarrollador británico Hayden Young, que acaba de asumir el papel de responsable Web/DNS de Rocky Linux, explica aunque no hay por ahora una fecha de lanzamiento oficial,
"Una visión optimista sería [poder hacerlo] de mediados a finales del primer trimestre del próximo año, y una pesimista [sería situarlo] más cerca de la mitad de 2021. Pero en cualquier caso tendremos algo listo mucho antes de finales de 2021".
CloudLinux también tiene algo que decir
Si antes has echado en falta una mención a CloudLinux entre las alternativas a CentOS no te falta razón: también es una distribución basada en RHEL y muy bien valorada en el ámbito de los servidores.
Sin embargo, al contrario que Scientific Linux, Oracle Linux y, con el tiempo, Rocky Linux, CloudLinux no es un mero clónico de RHEL, sino que introduce cambios dirigidos a optimizar el sistema para la tarea de proporcionar alojamientos compartidos.
Eso no ha impedido a los responsables de esta distribución anunciar la creación de una nueva distribución paralela, comunitaria y gratuita, que se ajuste el esquema seguido hasta ahora por CentOS, aprovechando que ya cuentan con "toda la infraestructura, software y experiencia necesarios". Aunque aún carece de nombre, su lanzamiento tendrá lugar durante el primer trimestre de 2021.
Fuente: somoslibres