En esta entrada quiero darle más visibilidad a un proyecto que, a priori podríamos dar por muerto tras la desaparición de Mandriva allá por 2011, pero que en realidad ni está muerto, ni debe morir ni creo que muera: La familia Mandrake, quien no ha tenido el éxito de otras distribuciones como Debian, Ubuntu o Manjaro pero que, y podéis creerme, nada tiene que envidiar a muchas distros famosas. No, no voy a decir que OpenMandriva sea mejor que Debian, por ejemplo. Personalmente no creo que exista mejor distribución que la creada por Ian Murdock, pero OpenMandriva tiene tanto a nivel técnico como su componente histórico e incluso estético, mucho que decirnos.
Hablo de proyecto Mandrake porque tras la desaparición de Mandriva hace casi diez años, varias comunidades decidieron resucitarlo bajo distintas ramas. Nació Mageia, Rosa Linux, OpenMandriva, Alt Linux y la verdad es que ninguna pudo conseguir el nicho de usuarios que tenía Mandriva. Y es que Mandriva tenía muchísimos seguidores, pero en aquellos momentos de efervescencia de nuevas distribuciones, en especial el casi reinado absoluto de Ubuntu, las distribuciones basadas en Mandrake entraron en un periodo de clara decadencia.
Hoy, Mageia y OpenMandriva son las distros que más sobresalen como sucesoras de Mandriva. Francamente Mageia representa más fielmente al antiguo Mandrake, tanto a nivel estético como por usar las mismas herramientas que la desaparecida distribución francesa. A OpenMandriva actualmente ya no le queda mucha semejanza a Mandriva, pero pensad un momento… ¿hace falta? Creo que no. Esta distribución tiene personalidad propia y fuerte. De sus desarrolladores:
El objetivo de la Asociación OpenMandriva es desarrollar una distribución pragmática que proporcione la mejor experiencia de usuario para todos, desde los principiantes hasta los desarrolladores. Alcanzaremos nuestros objetivos para el mejor equilibrio entre las características más modernas y la estabilidad.
Nuestras raíces están en Mandrake y sus tradiciones, somos una comunidad mundial de personas apasionadas por el software libre que trabajan juntas y toman nuestras decisiones técnicas y estratégicas de manera colaborativa. No sólo construimos una distro de Linux, sino que intercambiamos conocimientos y hacemos nuevos amigos.
OpenMandriva ya no usa Drakconf para gestionar el sistema, ni tiene el centro de control que Mandriva tuviera antaño. No se pongan nerviosos, no tiene lo mismo pero no está huérfana de herramientas y opciones. Por ejemplo, el formato de repositorios sigue usando el mismo que Mandriva. Tenemos repositorios con la edición actual de OpenMandriva, Cooker como proyecto en desarrollo y un repositorio rolling release. Todos puedes cambiarlos, pero hay que andar con mucho cuidado.
He instalado OpenMandriva con la última imagen ISO que data de julio de este año 2020 y lo cierto es que viene bastante desactualizada. He usado la edición 4.2 Alfa. Por poner un ejemplo, KDE Plasma viene con la versión 5.17 y el resto de software algo antiguo. Si actualizas el sistema, puedes cambiar a KDE Plasma 5.19. Decidí tirarme al agua y cambié a Cooker. Con este cambio obtienes KDE Plasma 5.20.2. Gran trabajo al equipo de desarrollo de esta distribución comunitaria.
El software es gestionado mediante DNFdragora, el instalador gráfico hecho por la comunidad de Fedora/Red Hat. Con DNFdragora hay que tener cuidado si tienes activados los repositorios i686 porque puedes instalar programas y bibliotecas de 32 bits y mezclar ambos formatos. Puedes ir a Archivo > Repositorios y comprobar que no están marcadas las opciones i686. También existe una herramienta para cambiar el tipo de sistema con Software Repository Selector a Cooker y rolling, pero repito, ve con mucho cuidado. Sí, OpenMandriva usa como gestor de paquetes al veloz DNF.
OM Control Center es una manera de darle vida a esa reliquia de Mandrake de centro para configurar el sistema y tener acceso al hardware, software, dispositivos, red, seguridad. En realidad no son programas y herramientas creadas por el equipo de OpenMandriva sino enlaces a Preferencias del Sistema de KDE Plasma.
El aspecto general de OpenMandriva es muy fresco y personal. Es palpable el buen diseño y la elegancia, no hay nada reprochable, pero sí en la presentación de programas. Se pasa, OpenMandriva viene muy inflado con programas que vas a desechar casi todos. El problema aquí viene al igual que con OpenStage es que introducen metas de paquetes y te rellenan el sistema ocupando un espacio que querrás para otras cosas y consumiendo demasiados recursos. Veo una estupidez incluir programas de edición de vídeo como KDEnlive, grabadores de escritorio, Kamoso, LFTP, editores de audio y un montón de relleno. No hay nada mejor que presentarte un entorno liviano, ligero de equipaje con un buen gestor de paquetes a mano. Te puedes llevar más de media hora borrando aplicaciones innecesarias para la mayoría de mortales.
Para ir cerrando, es una pena que OpenMandriva no tenga la fama que sin duda se merece. Es una gran distribución y el equipo de desarrollo se lo curra muy bien, desde luego. El resultado es que tienes una distribución puntera, con software reciente y se ve bastante estable. Quizás se deba a que esta distribución se enfoca a un sólo entorno de escritorio y concentren toda su atención en las mejoras y la calidad de sus herramientas.
Fuente: maslinux
