opensuse

Han comenzado las votaciones que redefinirán, o no, el nombre con el que openSUSE continúe su andadura de ahora en adelante. Como os contamos hace unos meses, el proyecto se está replanteando su relación con SUSE y entre otros cambios se puso sobre la mesa el modelo de organización, el nombre y el logo.

El porqué de esta historia viene, entre otras cosas, por el último cambio de propietario de SUSE, que como sabéis se autodenomina como una compañía independiente por no estar sometida a los intereses de una corporación mayor, pero lo cierto es que siguen teniendo una propietaria, que tal vez podría volver a venderlos en un futuro. Con este futurible no deseable en mente y con la idea de asegurar la continuidad del proyecto comunitario pase lo que pase, en openSUSE tomaron cartas en el asunto y tras largos periodos de deliberación interna, compartieron el asunto con su comunidad.

Así, el principal objetivo era crear una fundación o adherirse a alguna ya existente para ampliar las posibilidades de financiación más allá de SUSE; pero antes había que decidir si mantenían el nombre y el logo que tanto les identifica con la empresa. Y aunque estaba prácticamente hecho, no todo el mundo lo tan claro, por diferentes motivos. Uno de ellos, que no se percibiera que la relación entre compañía y comunidad se ha deteriorado, ya que en muchos aspectos no es así. En otros… Tenéis más información en el artículo enlazado al principio.

Total, que ante la duda, votación; y para no hacerlo a lo loco, una lista de pros y contas:

Pros de mantener el nombre actual:

  • Se perdería la reputación de la marca obtenida a lo largo de los años si se cambia el nombre.
  • Muchos miembros y otros contribuyentes están fuertemente vinculados al nombre actual.
  • Cambiar el nombre puede dar la impresión de que la relación entre SUSE y openSUSE es tensa.
  • Se requerirá mucho trabajo para renombrar dominios, proyectos y metadatos OBS, espacio de nombres GitHub, marcas registradas de paquetes, etc.
  • El cambio de marca requiere una gran cantidad de comunicación (y dinero) durante años para establecer la nueva marca.
  • SUSE puede transferir o licenciar marcas comerciales relevantes a una fundación openSUSE.
  • La relación con SUSE es parte de nuestra estrategia de marketing, p. ej. la base de código compartida de Leap / SLE.
  • Cambiar el nombre del proyecto hará que el merchandising actual de openSUSE (camisetas, tazas, pegatinas, etc.) quede obsoleto.

Contras de mantener el nombre actual:

  • openSUSE a menudo se escribe y / o pronuncia incorrectamente (por ejemplo, OpenSUSE, OpenSuSE, etc.). Se refieren a esto.
  • La Free Software Foundation (FSF) se queja de la debilidad del término «abierto».
  • La distinción entre openSUSE y SUSE puede ser confusa para las personas nuevas en cualquiera de las marcas. Se sabe que algunas personas acortan openSUSE a SUSE.
  • Si la comunidad piensa que el proyecto se beneficia de un nuevo nombre, este es el momento de cambiarlo, es decir, antes de registrar una nueva estructura legal (como una fundación).

Como se puede ver, los pros superan a los contras al menos en número. La importancia es otro cantar. Si se cambia o o no el nombre, lo decidirá la comunidad de openSUSE, llamada al voto desde el pasado 10 de octubre hasta el próximo 7 de noviembre, por lo que posiblemente conozcamos el resultado antes de que acabe el año. Y vosotros, ¿cómo lo veis? ¿Debería openSUSE Cambiar de nombre?

 

Fuente: muylinux

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