Distribuciones Linux enfocadas en el usuario final hay muchas, pero no todas logran su objetivo con el refinamiento que cabría esperar. Una de las que mejor lo está haciendo, o al menos una de las que más lo está intentando, es Deepin. Su trayectoria más reciente es buena muestra de ello.
El problema con Deepin es que hasta ahora hablábamos de una distribución exquisita en lo visual, pero con importantes taras en su funcionamiento. Sin embargo, a partir del lanzamiento de su última versión mayor, Deepin 15, cambió todo. Lo hizo la base, de Ubuntu a Debian; lo hizo la filosofía del proyecto, desarrollando todo su software con licencias libres, a pesar de que siguen preinstalando y facilitando la instalación de aplicaciones privativas para ofrecer una mejor experiencia; y a lo largo de sus últimas versiones, lo ha hecho todo lo demás.
Solo en el último par de años hemos visto cómo la distribución pulía el aspecto y funciones de su escritorio y aplicaciones, mejorando lo estético y lo práctico en todas las áreas: de nuevo diseño a mejores herramientas de mantenimiento, mejoras de rendimiento y optimización del consumo, cifrado de disco, gestión de repositorios… Se podría decir que en Deepin empezaron la casa por el tejado, pero les ha aguantado y en muy poco tiempo han ido parcheando cuanto agujero dejaron abierto.
Con esas se presenta Deepin 15.10, recién salida del horno con otra novedad realmente destacada: el sistema se basa ahora en Debian estable, por lo que se recomienda a todos los usuarios instalar la nueva versión, antes de que el próximo julio concluya el soporte de las previas. Este cambio, como es evidente, está dirigido a potenciar la estabilidad del sistema. La duda es cómo se lo montarán con las aplicaciones que no dependen de Deepin, pues Debian solo proporciona actualizaciones de seguridad. Habrá que comprobarlo.
Otra novedad de Deepin 15.10 que no se puede pasar por alto es la adopción de DDE-KWin como nuevo gestor de ventanas. ¿Es DDE-KWin una bifurcación del KWin de KDE? Con ese nombre… Pero tampoco sería extraño, dado que el escritorio está creado con Qt. En cualquier caso, se trata de otra mejora en relación al desempeño del sistema «ocupa menos memoria y tiene un mejor rendimiento, proporcionando experiencias de usuario fluidas», señalan los desarrolladores de Deepin.
Y para completar, tres nuevas funciones: al estilo de macOS, organización automática de los archivos en el escritorio en carpetas según el tipo (imágenes, audio, vídeo, etc); modo presentación para cambiar automáticamente el wallpaper; y más opciones para configurar los efectos de sonido. Deepin 15.10 trae además multitud de correcciones y otros retoques, de acuerdo a lo publicado en el anuncio oficial y el vídeo de presentación.
La descarga, como siempre, os recomendamos hacerla a través de las fuentes alternativas disponibles (SourceForge, Google Drive o MEGA) para que no se os eternice.
¿Qué será lo próximo? Quién sabe, pero van a nueva versión cada tres meses y todas con novedades reseñables. Ojito con Deepin, que cuando pulan las aristas que les quedan tiene pinta de convertirse en una de las delicatessen de Linux. Si es que no lo es ya.
Fuente: muylinux