Si hace un par de semanas os contamos que Lubuntu pide ayuda para mantener el soporte para 32-bit a tenor de su rol tradicional como sabor oficial más ligero de Ubuntu, pero principalmente debido a que el resto de familia deja atrás la vieja arquitectura, la noticia que llega ahora puede no ser el mejor augurio: la distribución emprende una nueva dirección en la que dar soporte a “equipos obsoletos” ya no es la prioridad.
Lo cuentan en el blog oficial de Lubuntu, donde se puede leer la noticia traducida por entero al español. En resumen, señalan -mal que les pese a algunos usuarios- lo obvio: los tiempos han cambiado y resistirse solo es posible hasta cierto punto. “Crear una distribución Linux específicamente diseñada para hardware antiguo comienza a ser un desafío“, comentan, añadiendo que “en un momento dado, nuestra regla de oro era dar soporte a máquinas de hasta diez años de antigüedad“. Pero el momento dado ya pasó, y es que estamos en 2018.
Así las cosas, en Lubuntu entienden que las máquinas de hace diez años ya se basaban en chips de 64-bit, podían disponer de procesadores de doble núcleo y, como mínimo, más de 1 GB de RAM, aunque lo normal en la fecha ya eran 2 o 4 GB. Semejantes especificaciones, de hecho, son suficientes para ejecutar con mayor o menor soltura cualquier entorno de escritorio de GNU/Linux y, más importante todavía, hace tiempo que el entorno de escritorio no es el componente más sensible del sistema en lo que a consumo se refiere: basta con abrir el navegador web para que el uso de los recursos se dispare.
Para Lubuntu lo anterior significa que el enfoque de “distribución cuyo propósito principal es proporcionar soporte para harware antiguo” ha quedado desfasado. La nueva dirección que proponen es “una distribución funcional pero modular y dirigida a no interponerse en la forma que los usuarios usan su ordenador“. En cuanto a sus objetivos más inmediatos, así los resumen:
- Lubuntu aprovechará las modernas tecnologías y programas basados en Qt para brindar a los usuarios una experiencia funcional y modular.
- En colaboración con otros, Lubuntu continuará siendo una distribución transparente y abierta cuya prioridad sea mantener a la comunidad informada sobre el desarrollo cuando sea posible.
- Lubuntu creará y mantendrá documentación completa que se incluirá por defecto en el sistema operativo, pudiendo así guiar a cualquier persona, desde el principiante al experto, sobre cómo usar Lubuntu con todo su potencial y contribuir al desarrollo del mismo posteriormente.
- Lubuntu mantendrá una experiencia de uso ligera de forma predeterminada, pero permitirá a los usuarios utilizar componentes mas pesados y con mayores funcionalidades según deseen.
- Lubuntu tendrá la capacidad de ser utilizado en cualquier idioma en todo el mundo, y permitirá a los colaboradores traducir fácilmente todos los componentes del sistema operativo.
En definitiva, no parece que vaya a cambiar mucho la cosa: Lubuntu seguirá siendo una distro ligera, pero sin dedicarse únicamente a ello y, es de esperar, con mayor funcionalidad de la que nos tenía acostumbrados. Hay que recordar que la próxima Lubuntu 18.10 será, después de varios años de trabajo, la primera versión en poner a LXQt como nuevo escritorio, mientras que la reciente Lubuntu 18.04.1 LTS se mantendrá en vigor hasta 2021, por lo que los usuarios que la necesiten tienen tregua.
Esta noticia nos la envía Wolfenprey, “colaborador y entusiasta de Lubuntu y administrador en el grupo oficial de Lubuntu en español en Telegram“, a donde invita a unirse a todos los usuarios de la distro. ¡Muchas gracias!
Fuente: muylinux