No se si es momento de preocuparnos o de alegrarnos frente a los últimos eventos que están sucediendo en torno a diversas empresas que distribuyen distros Linux y el gigante del software privativo Windows. Lo que si es cierto, es que permitir que Linux se ejecute en Windows puede ser un movimiento bastante arriesgado que si resulta favorable para el entorno Linux, traerá consigo la incorporación de muchas más aplicaciones a nuestro sistema operativo.

Pero es importante que reflexionemos sobre las intenciones que tienen los representantes de esta organización con la incorporación en primera instancia de herramientas que permiten que la consola Linux este presente en Windows 10 y ahora con el anuncio de que en un futuro (aparentemente inmediato) podamos acceder a ubuntu desde la Windows Store.

¿Qué está ganando Linux con esto?¿Windows quiere que Linux sea uno más de sus productos?, ¿Linux perderá parte de la cuota de mercado que había ganado?, ¿Windows se siente amenazado por Linux?. Estas y muchas otras preguntas nos las deberíamos hacer cada uno de los que hoy disfrutan de Linux y de la filosofía del software Libre.

De a poco, Microsoft y su software estrella Windows han ido acercándose más al software libre y a Linux, pero sinceramente son muy pocos los aportes que ha realizado en comparación con lo que ha recibido a cambio. Pero debemos entender también que si queremos un crecimiento acelerado de Linux, tenemos que apoyar todos los acuerdos que conlleven beneficios de una u otra manera a este sistema operativo libre.

En mi opinión personal, creo que Linux y el software libre deben crear barreras que nos protejan antes la influencia del Microsoft y todo el software privativo, pero evitando negar la posibilidad de mejorar y aprovechar los aportes que esta industria pueda ofrecer.

No se puede permitir que otros consuman para beneficio propio lo que otros han desarrollado para beneficio del mundo, y que en el peor de los casos, una vez robado lo que no es de ellos creen campañas para exterminar la idea primaria.

Soy de los que creen que debemos evitar a toda costa que el software libre se vuelva socialista, entendiendo esta frase, como el proceso de dar por igual a todos y de quitar al que más tiene para dárselo al que menos tiene. Linux y el Software Libre deben crear mecanismo claros que eviten los parásitos, que se benefician del desarrollo de terceros sin la mínima intención de ni siquiera agradecer por dichos aportes.

Todo esto debe despertar en nosotros una visión crítica, que nos permita a toda la comunidad tener una visión clara de los eventos que se están dando, logrando determinar los pro y los contra de los movimientos de Microsoft en torno al software libre. Y no estoy diciendo con esto, que la visión crítica debe girar en torno al boicot, al revés, debe girar en torno a canalizar los mecanismos necesarios para que sea el software libre el beneficiado.

Sabemos que las comunidades en algunos casos no influenciarán en los acuerdos ya establecidos, o en los futuros acuerdos, pero es importante que dejemos clara nuestra postura y sobretodo que saquemos lo mejor de estas circunstancias.

Amanecerá y veremos, pero mientras tanto, que Tux nos ampare.

 

Fuente: desdelinux

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