KDE tiene una excelente manera de gestionar nuestras sesiones, permitiendo que sea el usuario quien decida de manera fácil y rápida qué es lo que quiere que el entorno haga al iniciar sesión: si restaurar la sesión previa, si hacerlo sólo tras guardar manualmente una sesión, o si no hacerlo nunca, brindando siempre una sesión vacía. Para configurar la gestión de sesiones hay que abrir el módulo correspondiente. Se puede hacer con KRunner escribiendo “gestión de sesiones”.
En la ventana que se abre podemos apreciar varios apartados, el que nos interesa es el que pone Al iniciar sesión.
Dependiendo de qué deseemos lograr, deberemos marcar una de las tres opciones disponibles. La opción Restaurar sesión previa nos permite restaurar siempre la sesión anterior; la opción Restaurar sesión guardada manualmente nos permite restaurar sólo aquella sesión que hayamos guardado de manera manual antes de salir de sistema; mientras que la opción Comenzar con una sesión vacía nos permite iniciar siempre con un escritorio limpio.
También se nos ofrece la posibilidad de establecer qué aplicaciones queremos excluir del inicio de sesión en caso de que hayamos seleccionado alguna de las dos opciones para restaurar la sesión previa, algo sumamente práctico y conveniente.
Otra manera de guardar sesiones con programas en ejecución es a través de las Actividades, aunque esta opción tiene sus límites debido a que algunos programas no se comportan del todo bien con ellas.
Fuente: ubunlog
