Instalación y primeras impresiones
Seguimos con la segunda entrega de este curso de inicialización en el sistema operativo Ubuntu.
Dejando claro qué es Ubuntu, un sistema operativo, y el Kernel de Linux con la primera entrega, vamos al apasionante paso de la instalación y los primeros pasos de la configuración inicial de esta popular distribución GNU/Linux.
Antes de nada, deberías informarte en foros, por ejemplo, si tu hardware es compatible con Ubuntu. Es decir, si tu impresora tiene soporte, o tu tarjeta gráfica o controlador Wifi para evitar problemas.
Ubuntu usa desde hace muchos años un programa para instalar el sistema que se basa en otro que desarrolló Guadalinex en su día, llamado Ubiquity. Es un software bastante fácil de usar que no precisa de grandes conocimientos y que en sí es más sencillo de usar que el instalador de Windows. Son una serie de pasos que podría hacerlo un niño.
Este manual es exclusivo para instalar Ubuntu como sistema operativo único en tu PC. Para poder instalar el sistema junto a Windows, por ejemplo, puedes seguir este tutorial.
Lo primero, debemos ir a la página oficial de Ubuntu para descargarnos la imagen ISO. Como verás en la imagen de abajo, tenemos que seleccionar Ubuntu Desktop y verás que hay dos opciones, Ubuntu 18.04 y Ubuntu 18.10.
Te explico. Como se dijo en la primera parte de esta guía, hay dos modelos de edición de Ubuntu, la versión ordinaria y la LTS (soporte a largo plazo). ¿Cual es la mejor para ti? Eso depende de tus necesidades. La versión ordinaria se renueva cada seis meses por una nueva edición de Ubuntu y suele obtener los programas más nuevos. Las LTS son de soporte a largo plazo y aunque no tiene el software más actual, sí es más estable y es idónea para servidores, colegios, institutos, empresas, por ejemplo.
Sin embargo el proceso de instalación es el mismo en los dos casos. Una vez descargada la imagen de Ubuntu debes quemarla con el software que uses en Windows para grabar este tipo de imágenes. Lo más sensato es hacerlo en una unidad USB o un DVD si tu PC tiene dispositivo lector DVD.
La primera imagen que verás es la carga del sistema como en la imagen de arriba y le precederá esta otra en la parte inferior. Vamos a elegir INSTALAR UBUNTU.
A continuación seleccionamos el idioma (diseño) del teclado, en este caso, español por defecto. También hay opción para países latinoamericanos.
Seguimos con un paso importante. Tenemos que elegir entre una instalación normal de Ubuntu y una mínima. Te recomiendo la normal debido que la mínima viene con muy pocos programas. También fíjate que hay otra opción para marcar para programas de terceros. Esto es simplemente, que aceptas la instalación de software de índole privativo, es decir, software no libre. Mi consejo que no se use el privativo, pero es posible que tu controlador Wifi o tarjeta de vídeo no tenga soporte libre. Es por ello que se dijo al principio que primero te informaras si tu hardware es compatible. Generalmente no suelen haber problemas.
Llagamos a la parte más delicada, el particionamiento y la designación de particiones. Pero no te asustes porque vamos a seleccionar BORRAR DISCO E INSTALAR UBUNTU. Te adelantaré que, si quieres instalar Ubuntu junto a Windows, deberías seleccionar INSTALAR UBUNTU JUNTO A WINDOWS y el paso siguiente sería formatear un espacio del disco determinado para poder tener los dos sistemas operativos y dejar que GRUB lo gestione. GRUB es el gestor de arranque en GNU/Linux.
Continuará una advertencia de que los cambios se van a aplicar. Acepta.
Continuará el proceso especificando en la franja horaria en la que te encuentras. Ceuta usa el mismo horario que la península ibérica, así que déjalo tal cual o elige Canarias si eres afortunado.
La siguiente ventana es para introducir tus datos, como el nombre de usuario y contraseña así como el nombre que le quieras poner al equipo. El nombre del equipo que decidas será el nuevo host de tu máquina. Eso lo verás cuando, por ejemplo, ejecutes una terminal.
También debes elegir si tu sistema se inicie automáticamente o si quieres un promp que necesita login y contraseña.
Ya está casi todo hecho. El proceso de instalación propiamente dicho ya ha comenzado. Deberás de esperar aproximadamente unos 15 minutos.
Terminado el proceso, se nos pedirá reiniciar el equipo.
Una vez que reinicies te encontrarás con un escritorio sobrio, con colores rojizos y una ventana para conectar a ciertas cuentas que puedes omitir si quieres.
Cerrada la ventana aparecerá otra, esta vez invitándote a instalar algunos programas populares, algunos de ellos de licencia cerrada, como Skype, Spotify, Slack, etc. y en todo caso en la zona inferior tienes la opción de abrir el Gestor de Software para que te des un paseo por la enorme cantidad de programas que posee Ubuntu.
Por último, aparecerá otra ventanita para actualizar el sistema. Desde que se preparó la imagen ISO que descargaste, sin duda han habido muchos programas que se han actualizado, por lo que siempre es buena idea tener el sistema a la última para tener las versiones más recientes del software así como las soluciones a algunos posibles errores o vulnerabilidades. Aunque Ubuntu, y por ende todas las distribuciones GNU/Linux es mucho
Lo primero que te aconsejo es que deshabilites el bloqueo automático porque no te dejará de trabajar y te pedirá la contraseña cada vez que te despistes un poco. Para ello, verás como en el dock de la izquierda, en la parte inferior hay una caja con puntos blancos. Eso es el lanzador de aplicaciones. Clica ahí y se desplegarán todos los programas. Escribe arriba “Configuración” y te aparecerá Configuración del Sistema.
En la barra lateral izquierda navega hasta Privacidad—Bloqueo de Pantalla. Clica en Encendido y te dará la opción de Apagar en un interruptor. Así se deshabilita el bloqueo automático.
El escritorio GNOME es diferente a lo que puede haber encontrado en Windows y MacOS, aunque tiene algunos elementos en común.
Empecemos por mirar en la parte superior de la pantalla.
GNOME no posee propiamente dicho un panel. En su lugar, en la parte superior a la izquierda hay una esquina donde aparece el término “Actividades” que en realidad te presenta las aplicaciones que tienes ejecutando de un vistazo y puedes navegar por las ventanas mostradas. Los espacios de trabajo aparecen en el lado derecho del resumen de actividades, frente al dock. Piensa en los espacios de trabajo como múltiples escritorios que existen virtualmente todos en el mismo ordenador.
La barra situada en la parte superior de la pantalla proporciona acceso al resumen de actividades, la fecha y la hora, e indicadores del sistema como la duración de la batería, el tiempo de funcionamiento y la conectividad de red.
Como ves, el escritorio GNOME cambia el concepto que conocías en Windows. Tiene un dock como macOS a la izquierda con algunos programas favoritos para lanzarlos sin tener que ir al menú de aplicaciones. Puedes eliminar las aplicaciones del dock y enlazar las que desees. Cuando por ejemplo ejecutas un programa que vas a usar con frecuencia, aparecerá el icono en el dock. Es entonces cuando haciendo clic con el botón derecho del ratón, puedes anclarlo en el dock. El cajón con puntitos es el lanzador de programas, también al estilo Mac.
El escritorio GNOME puede resultarte un poco aburrido. Hay decenas de cosas que se pueden hacer para cambiar esto, desde packs de iconos, temas y añadidos. El gestor de archivos no es precisamente el mejor del ecosistema en GNU/Linux pero hace su trabajo.
Ahora que tenemos dominado el entorno de escritorio GNOME, el siguiente paso del viaje es empezar a usar programas y aplicaciones compatibles con Ubuntu. Si has migrado recientemente de un sistema operativo propietario, es posible que no sepas qué está disponible y qué programas deberías usar.
En la próxima entrega se mostrará una breve lista de programas y aplicaciones esenciales para la gestión de tu ordenador, la mayoría de los cuales están preinstaladas en Ubuntu 18.04.
Fuente: maslinux
