UbuntuUbuntu 9.10 Karmic Koala se presenta como una de las mejores y más cuidadas ediciones de la distribución de Canonical. Los cambios han sido relevantes tanto a nivel interno como a nivel externo, y esta versión es realmente notable. El nuevo Ubuntu Software Center (USC) facilita la tarea de instalación de software, y a los cambios visuales en la interfaz -con mejores iconos y elementos gráficos- se suman sus prestaciones a la hora de operar bajo la filosofía Cloud Computing.

El que un producto como este se renueve cada seis meses tiene, como todo, sus ventajas y sus desventajas: parece que todo va demasiado rápido en Ubuntu, y casi era ayer cuando hablábamos de Ubuntu 9.04 Jaunty Jackalope y de repente nos encontramos con la nueva versión de la distribución Linux de Canonical, que vuelve a apostar por la sencillez y el acercamiento al usuario final.

Esa es de nuevo la base de Ubuntu 9.10 Karmic Koala, una distro que sin grandes sorpresas vuelve a asentarse como un producto redondo, muy bien pulido y que demuestra que la filosofía Open Source y una empresa como Canonical pueden ofrecer un producto excepcional y que puede suponer una alternativa real -una vez más- a los omnipresentes sistemas Windows, sobre todo ahora que Windows 7 acaba de aparecer.

 

Una instalación más elegante

El propio proceso de instalación de Ubuntu 9.10 ha dado un giro importante con la inclusión de las diapositivas mientras se van copiando los distintos componentes del sistema.

Esta filosofía, que ya venían utilizando otras distribuciones Linux desde hace años, se ha llevado a cabo en Ubuntu 9.10 con la presentación de las características más destacadas del sistema, que se van mostrando a medida que se va progresando en el proceso de instalación.

Salvo por ese detalle, el resto de aspectos relacionados con la instalación siguen siendo prácticamente idénticos al de sus inmediatas predecesoras: no ha habido grandes cambios en los pocos pasos en los que tenemos que intervenir, y de hecho el proceso apenas dura 20 minutos, tras los cuales dispondremos de un sistema preparado para todo. O casi.

 

Cambios en el exterior

Aunque muchos seguimos esperando por un cambio importante en la interfaz gráfica de usuario (GUI) de Ubuntu y sobre todo por un cambio en los colores por defecto que se manejan - ese marrón ya cansa un poco-, Karmic Koala no es una distribución revolucionaria en ese apartado. Shuttleworth admitió hace meses que su propósito era el de llegar a ofrecer una experiencia tan buena como la del alabado Mac OS X, pero para eso parece quedar aún un largo trecho.

Sin embargo, se nota que están trabajando, y mucho, en esa evolución. Las promesas de Shuttleworth, que señaló en una revista reciente que Koala sería un "cambio definitivo" para Ubuntu, no se han cumplido en la medida que esperábamos, pero sí hay mejoras notables que nos hacen vislumbrar un futuro prometedor en este sentido.

Para empezar, la propia secuencia de inicio y arranque del PC con Ubuntu 9.10 se ha mejorado con una animación más elegante -aunque algo tétrica- que muestra el logotipo de la distribución bajo un foco, siguiendo por supuesto los tradicionales colores marrones.

Estos cambios se dedican a la importante transición a Upstart -que es la base- y a su compañero externo, Xsplash, que ha sido otra de los cambios relevantes en una distribución que parecía que iba a apostar por Plymouth y que finalmente se ha decantado por este sistema de gestión de la "splash screen". Uno de los desarrolladores de Ubuntu, Scott James, explicaba de forma muy detallada el porqué de esta decisión en un post en su blog recientemente.

El tema elegido para el gestor de sesiones, gdm, sigue esa estética, y también resulta más elegante, con ese acabado oscuro -y de nuevo, tétrico- que da acceso a todas las opciones de inicio de sesión.

Una vez en la sesión también veremos cambios, y esta vez más notables, en el tema por defecto y en los iconos que forman parte de Ubuntu 9.10 Karmic Koala. El famoso tema "Human" ha sido revisado para dar a las ventanas unos tonos con marrones más oscuros.

Ese tema puede ser cambiado rápidamente gracias a alguno de los temas incluido de serie, pero sobre todo gracias a la serie de temas disponibles mediante la búsqueda en Synaptic del paquete llamado community-themes, que dará acceso a varios temas notables para cambiar el aspecto de la interfaz.

A esos temas se une un nuevo conjunto de iconos que a mi modo de ver es una de las mejoras más bien llevadas a cabo de Ubuntu 9.10. Es como si hubiésemos pasado de iconos en definición estándar a iconos en alta definición, porque el acabado y detalle de los nuevos iconos es fantástico, tanto en los menús como en apartados como Nautilus, el explorador de ficheros de GNOME, donde ese apartado realmente muestra sus poderes.

La iconografía también se ha modificado en la barra de tareas, donde nos encontraremos con una serie de nuevos elementos gráficos en tonos grises que la hacen más elegante y clara, y que nos recuerdan a sistemas más orientados a dispositivos móviles. No obstante, el resultado es más que decente y parece ser otro paso adelante del equipo de diseñadores de Canonical, al que se le ve buenas maneras.

Los fondos de escritorio también se han actualizado, y esta vez se ha optado por un fondo más luminoso, también en degradados de tonos marrones y tostados, una elección que también nos ha gustado.

Como era de esperar, disponemos de una gama de fondos de pantalla alternativos de serie, y en este caso existen miles de alternativas que pueden cubrir este aspecto, aunque una de las más atractivas es el paquete de fondos de pantalla Cosmos, con fotos del espacio realmente espectaculares.

La pantalla de cierre de sesión y apagado de sistema también ha sido modificada, y aunque en general los cambios no son tan drásticos como podríamos esperar, suponen un paso adelante hacia una interfaz visual que está cada vez más cuidada.

 

Centro de software de Ubuntu, App Store à la Linux

Otra de las sorpresas que nos depara esta versión de Ubuntu es el debut de Ubuntu Software Center (USC) o, en su traducción al españo, Centro de software de Ubuntu, un componente que está destinado a facilitar la instalación de nuevas herramientas.

Aunque la idea parece claramente destinada a acercar el sistema a usuarios noveles, su ejecución es notable y permite acceder a una clasificación de aplicaciones en distintas categorías y, por supuesto, al apartado de búsqueda en el que poder encontrar herramientas y juegos por su nombre.

Otra de las sorpresas que nos depara este centro de instalación y desinstalación de software es el hecho de que mientras se descarga una aplicación podemos seguir navegando por el catálogo para preparar la descarga de nuevas herramientas que, eso sí, comenzarán a bajarse e instalarse de forma secuencial. Probablemente la descarga simultánea llegará más adelante.

Este componente de Ubuntu 9.10 está en realidad en pleno desarrollo, y en próximas ediciones de Ubuntu encontraremos mejoras que por ejemplo presentarán las aplicaciones destacadas y que parecen copiar un modelo que funciona realmente bien: el de la App Store de Apple para dispositivos móviles.

 

Empathy, tratando de hacer olvidar a Pidgin

A pesar de que Pidgin se había convertido por derecho propio en el cliente de mensajería instantánea preferido de muchos usuarios de Ubuntu, los desarrolladores han apostado fuerte por Empathy, un nuevo cliente que saca partido del framework Telepathy para la mensajería instantánea y que entre otras cosas trata de aglutinar también conferencias de voz y videoconferencias.

No soy un usuario intensivo de este tipo de soluciones, pero parece que a pesar de haber dado algún que otro paso titubeante Empathy se ha ido convirtiendo en una solución más estable y eficiente, y aunque probablemente haya muchos que sigan apostando por Pidgin, los propios desarrolladores han publicado un completo test de usabilidad en el que tratan de ofrecer sus razonamientos para haber elegido este cliente, aunque hay otras comparativas que dejan las cosas más igualadas.

A este apartado hay que añadirle el hecho de que esa aspiración por dar el cambio a Empathy también tiene relación con nuestro perfil de usuario, ya que en la barra superior se muestra no solo nuestro nombre de usuario y las opciones tradicionales de apagado, sino nuestro estado de disponibilidad, de modo que nuestra presencia virtual siempre sea patente tanto para nosotros como para el resto de los usuarios de Empathy conectados a Internet.

 

Ubuntu, más en las nubes que nunca

La filosofía Cloud Computing que trata de convencernos a todos los usuarios de que apostar por los servicios web también ha tenido su influencia en Ubuntu: la inclusión del cliente de Ubuntu One, que se asocia con este servicio de almacenamiento y sincronización on-line, es una prueba evidente.

La integración de esa característica funciona muy bien en Ubuntu 9.10, pero lamentablemente por ahora las limitaciones de Ubuntu One superan a sus ventajas. Y es que el hecho de que el servicio sólo esté disponible a usuarios de Ubuntu plantea un problema para su interoperabilidad.

De hecho, la apuesta por Ubuntu One en esta distribución para ordenadores de sobremesa y portátiles se une a la que Canonical ha hecho en el terreno de los servidores, y que es mucho más profunda.

Como indican en CNET, en Ubuntu 9.10 Server nos encontramos con la integración de la tecnología Ubuntu Enterprise Cloud, desarrollada sobre la base del paquete Eucalyptus, que implementa muchas de las funciones de los Amazon Web Services (AWS), de modo que las empresas puedan desarrollar sus propias "nubes privadas" para la ejecución de sus servicios web.

 

Cambios importantes a nivel técnico

Además de esas mejoras a nivel externo y de aplicaciones, existen componentes de la distribución que han sufrido una evolución muy relevante. Probablemente uno de los más destacados sea GRUB 2, el nuevo gestor de arranque que permite añadir más potencia tanto visual como de control del esquema de arranque y selección de la partición que queremos elegir para iniciar el PC en cada momento.

Lo cierto es que la inclusión de GRUB 2 se trata de uno de los cambios más radicales de Ubuntu 9.10: los usuarios apenas conocen las mejoras y el funcionamiento de este gestor, que tiene un funcionamiento muy distinto al de su predecesor, pero tutoriales tan fantásticos como el que se publicó recientemente en los foros de UbuntuForums pueden aclarar muchos de los aspectos relativos a este componente.

El soporte de drivers Open Source no es tan patente como en Fedora, pero en Ubuntu al menos ya estará activado por defecto el soporte de Kernel Mode Setting para tarjetas gráficas de Intel. Eso significa que este tipo de GPUs se detectarán automáticamente y se autoconfigurarán de forma transparente y sin apenas carga para el kernel, y parece claro que en el futuro lo mismo ocurrirá con los controladores abiertos para gráficas de NVIDIA y ATI.

El kernel incluido en esta distribución está ya en la versión 2.6.31, y aparte de integrar cosas como ese mejor soporte para KMS y gráficas de Intel -y también de ATI, aunque más limitado. está el sorprendente soporte de dispositivos USB 3.0 o mejoras en los sistemas de archivos, con mención adicional destacada para el soporte de chips inalámbricos, con un Network Manager que ha ganado puntos a nivel visual y de usabilidad.

Una de las curiosidades de la nueva versión de Ubuntu es también el que afecta a la línea de comandos, que nos recomendará acciones para ciertas operaciones. Por ejemplo, si tecleamos un comando que se refiere a una aplicación no instalada, Ubuntu nos avisa de que dicha aplicación efectivamente no está disponible, y además nos indica cómo instalarla.

Si a eso le unimos un curioso detector de errores ortográficos (por ejemplo, cuando escribimos 'gdit' y no 'gedit') nos encontramos con una serie de mejoras muy útiles para nuestras sesiones en consola.

Los tiempos de arranque son otro de los apartados en los que más han trabajado los ingenieros de Canonical. El objetivo de lograr que Ubuntu arranque en 10 segundos está fijado para Ubuntu 10.04 Lucid Lynx, y tras ver cómo se comporta Karmic Koala algunos pensamos que dicho logro es realmente complejo. Aunque el inicio de sesión se sitúa claramente por debajo del minuto, lograr una rebaja tan importante se antoja difícil. Aún así, es un apartado en el que muchas distribuciones están centrando muchos esfuerzos, y eso siempre ayuda a la competitividad.

En ese objetivo juegan un papel fundamental aspectos como el soporte por defecto de ext4, que se ha convertido en el sistema de ficheros de serie de la instalación y que beneficia a los tiempos de arranque. También hemos hablado ya de upstart, y otras estrategias -documentadas en el wiki de Ubuntu- para llegar a minimizar los tiempos de arranque podrían efectivamente hacer que se alcanzase ese objetivo.

 

Qué falta en Ubuntu 9.10

Aunque esta nueva versión de la distribución de Canonical es un nuevo paso adelante hacia un producto realmente redondo, hay, como siempre, ciertos apartados en los que quizás nos hubiera gustado ver más esfuerzo por parte de los desarrolladores.

Una de las áreas que seguimos echando de menos es la de los juegos: aunque en Ubuntu se incluyen los tradicionales juegos de andar por casa, no hay una clara apuesta por soluciones que aporten más en este sentido. La inclusión de instaladores como Djl sería muy bienvenida, y aunque en el USC encontramos accesos a alternativas como PlayOnLinux o PlayDeb, sigue habiendo un descuido general en este apartado.

Poco podemos hacer en el tema de los cambios visuales que se incluyen de serie, pero afortunadamente la personalización del escritorio es una de las constantes en todas las distribuciones Linux, y aunque Canonical podría haber dado alguna sorpresa más en este terreno, esa prometida revolución aún se hará esperar algo más.

Por supuesto, mención aparte merecen los códecs multimedia, que no se incluyen por defecto en Ubuntu 9.10 -como ocurría en sus predecesoras debido a problemas de patentes legales- pero que se instalan o bien a través de paquetes como ubuntu-restricted-extras o bien desde el propio reproductor multimedia Totem, que nos informa de que algo falla y nos da la opción de buscar e instalar los códecs necesarios.

No es una solución completa y no siempre se comporta como debe -por ejemplo, para la reproducción de DVDs- pero sigue siendo de momento la única forma de actuar ante un problema que en cierta medida limita otro de los apartados en los que Ubuntu debería cuidar más su producto para el usuario final que no conoce tanto Linux: la gestión transparente y automática de códecs multimedia.

 

Ubuntu 9.10 en la práctica

Aunque hemos hecho un análisis detallado de las principales novedades de Ubuntu y algunas de sus implicaciones prácticas, es necesario concluir este artículo con un comentario hacia la usabilidad real del sistema.

Ubuntu es sin duda una distribución de Linux que muestra el grado de perfeccionamiento al que han llegado estos desarrollos. La disponibilidad de aplicaciones de serie para todas las tareas habituales (Firefox 3.5.3, OpenOffice.org 3.1, GIMP 2.6.7, Rythmbox y Totem en el apartado multimedia) es una garantía para el usuario final, y la integración visual y funcional en GNOME 2.28.1, el entorno de escritorio de Ubuntu, es excepcional.

De hecho, no hemos encontrado ningún problema ni con la versión final ni con la Beta o la Release Candidate que aparecieron unas semanas, y que ya demostraban una madurez casi completa. Ubuntu 9.10 Karmic Koala se ve más rendoda, más pulida, pero también deja entrever que aún queda camino por recorrer en áreas como la usabilidad, la interfaz visual o la inclusión de algunas herramientas por defecto en apartados ya comentados.

Aún así, hay cambios demasiado relevantes "en las tripas" de la distribución que justifican el hecho de que el apartado externo quizás haya sido algo menos revolucionario de lo que esperábamos. Con todo y con eso, Ubuntu 9.10 Karmic Koala vuelve a ser una distribución que marca la pauta en el mundo Linux, y cómo no, en el segmento global de los sistemas operativos.

¿Cuál es nuestra recomendación entonces? Pues que descargues la distribución lo antes posible y compruebes sus prestaciones por ti mismo. Y tras la instalación de Ubuntu 9.10 puedes seguir los 8 trucos para dejar a punto esta distribución que han preparado nuestros compañeros de MuyLinux.

 

lo mejor

Nos encontramos ante la edición de Ubuntu más pulida de todos los tiempos. Aunque los cambios no hayan sido tan radicales como en otras ediciones, esta versión destaca por ser especialmente estable y estar lo suficientemente madura para convencer no solo a los linuxeros, sino también a los usuarios de Windows que quieran ver otras alternativas a la actualización a Windows 7. El Ubuntu Software Center, los cambios estéticos, o las mejoras en el tiempo de arranque son características destacadas.

lo peor

Los cambios en el diseño no son tan profundos como se hubiera esperado, y seguimos con una interfaz que por defecto podía haber aspirado a algo más. Sin embargo tanto los iconos como los nuevos temas aportan mejoras en este sentido. Las carencias en temas de juegos -un apartado al que quizás deberían prestar más atención- o al soporte por defecto de códecs multimedia se han vuelto a heredar de ediciones pasadas, aunque de nuevo hay soluciones sencillas para esos hándicaps.

en resumen

Ubuntu 9.10 Karmic Koala se presenta como una de las mejores y más cuidadas ediciones de la distribución de Canonical. Los cambios han sido relevantes tanto a nivel interno como a nivel externo, y esta versión es realmente notable.

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