Conclusiones

Elementary OS, el análisis

Puede que mi pequeño post anterior engañase un poco: el que Elementary solo presente un tema -el suyo- en las preferencias de Apariencia no es malo. Ni bueno. Es simplemente una seña de identidad de una distribución que quiere aportar su granito de arena a los usuarios, ni más ni menos. Una opción más para todos aquellos que sean admiradores de ese acabado visual, muy maquero, sí, pero al que no se le puede negar que es elegante y claro.

Hoy en día Elementary OS no es una distribución especialmente destacable: podemos conseguir lo mismo con cualquier distribución, instalando GNOME 2.32 y aplicando el tema Elementary tanto al escritorio como a las aplicaciones que ya lo soportan -Nautilus, Firefox, etc-, pero la idea de Elementary es, como en otros muchos casos, simplificar esa experiencia para que el usuario ya se encuentre con un escritorio que sabe que le va a gustar. Lo mismo intenta PinguyOS desde hace tiempo, y en realidad Linux Mint podría considerarse una Elementary OS superevolucionada.

Así pues, y como comentábais algunos en los comentarios de la reciente entrada, es demasiado pronto para desechar Elementary. Le queda mucho camino por recorrer, y desde luego es una opción muy válida para disfrutar del proyecto Elementary en toda su extensión. Si os gusta el aspecto visual y además sois fans de Ubuntu yo os la recomiendo con total garantía. Y si no lo sois, siempre podréis estar atentos a su evolución: puede que si aún no os convence como distro principal para vuestros equipos, sí pueda convertirse en una opción de futuro.

Ya sabéis que podéis acceder al sitio web oficial del proyecto aquí, desde donde podréis encargar la distribución pagando un pequeño donativo de 10 dólares, aunque afortunadamente también tenéis disponible la distro para descarga vía BitTorrent.

Y por último, una galería de imágenes con todas las capturas que hemos sacado para este análisis.

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