¿Te gustaría montarte una consola casera jugar a títulos clásicos? Lakka es sin duda una de las opciones a tener en cuenta: una distribución enfocada en el retrogaming, o sea, en los juegos reto, cuya nueva versión ya está disponible para, al menos, echarle un vistazo, si es que te apetece.

Linux tiene la capacidad de ser adaptado para cualquier propósito. Ello hace que tengamos distribuciones de lo más variadas, que van más allá de las típicas para escritorio y servidor que suelen protagonizan este portal. De ahí que tengamos a sistemas como Lakka, una distribución Linux ligera y orientada a convertir un ordenador en una consola de retrogaming.

Los juegos retro se han vuelto a poner de moda, ya que despiertan nostalgia en las personas que crecimos en los 80s y 90s, así como curiosidad en las personas más jóvenes. Esto se puede ver claramente con la nueva tendencia de consolas mini retro que han salido al mercado. Sin embargo, si tienes ganas de montar tu propia consola retro Lakka es sin duda alguna una de las mejores opciones que puedes encontrar disponibles.

Lakka es una distribución Linux gratuita, ligera y de código abierto que convierte un pequeño PC en una consola de juegos completa. Cuenta con una interfaz de usuario atractiva y fácil de usar con colores de colores llamativos y una experiencia de usuario similar a la de PS4.

Lakka es una distribución de Linux que se basa en el emulador de la consola de juegos RetroArch, que proporciona la emulación de una amplia gama de dispositivos y admite funciones avanzadas como juegos multijugador, preservación del estado, mejora de la calidad de la imagen de juegos antiguos con shaders, rebobinado de juegos, conexión en caliente de las consolas de juegos y transmisión de video.