Hay un nuevo vecino en el barrio de la distribuciones GNU/Linux. Se llama NetOS y tras año y medio en el horno, asegura estar a la vanguardia del ‘Linux en la nube’. Pero como me han bastado cinco minutos para probarlo y descartarlo, traigo el tema aquí a ver si alguien me ilumina; a ver si alguien le encuentra el sentido que a mí se me escapa.
“Lo que diferencia NetOS de la creciente multitud de sistemas operativos basados en la nube es que NetOS incluye la posibilidad de que usuarios y clientes descarguen e instalen cualquier paquete de software basado en Ubuntu o Debian que quieran o necesiten“, indican los desarrolladores del proyecto en el anuncio de lanzamiento de NetOS 8 (el porqué del número de versión, más abajo). Y con semejante descripción, al menos lo que yo me esperaba es una especie de híbrido entre Chromium OS y algo basado en Debian. ¿O no?
Así que me descargo la imagen de instalación, la pruebo y, efectivamente, se trata de una distro tipo Chromixium y Peppermint que aporta entre poco y nada. Para más datos, es una derivada de Black Lab Linux, a su vez derivada de Xubuntu, cuyo mérito consiste en hinchar las aplicaciones instaladas por defecto a base de software privativo de todos los colores y webapps de los servicios en línea más populares. Incluso tira de las webapps encapsuladas de Peppermint.
NetOS, al igual que Black Lab Linux, son proyectos comerciales de la compañía estadounidense PC/OpenSystems LLC, una consultora que también vende soporte y equipos preinstalados. Además, ni solo tienen esas dos distribuciones, ni esas dos distribuciones tienen una sola edición: las hay para el sector educativo, para servidores, PC…; gratis y de pago. Y, según explican, contribuyen con Debian, FreeBSD, KDE, LibreOffice, Ubuntu, el kernel Linux, OpenStack…
Recuerdo haber probado Black Lab Linux hace años, y si no llegué a mencionarla por aquí ahora sé por qué. Su última versión fue la 7.6, de ahí que NetOS venga con un 8 como número de versión. Ni una ni otra me han gustado porque soy capaz de instalarme Xubuntu, Chrome y las dos o tres cosas que hagan falta yo solito, como creo que puede hacer cualquiera.
Como cualquiera puede cambiarle el wallpaper a una distro y llamarla suya; o como cualquiera puede emprender un proyecto comercial basado en software libre, por supuesto. Pero, ¿qué aporta esto? No lo veo.
Fuente: muylinux
