No hace mucho escribí un artículo sobre LibreOffice Base y sus posibilidades para crear bases de datos dinámicas. Hoy vamos a aprender cómo recoger reportes de los datos introducidos en un formulario mediante una consulta (query).

Apache Software Foundation anunció hoy el lanzamiento de Apache OpenOffice 4.1.11 como su decimocuarto lanzamiento mientras administra esta suite ofimática de código abierto.

En el año 2019 hicimos un genial post a modo de comparativa entre LibreOffice y OpenOffice. Y para ese entonces, la última versión disponible era la versión 4.1.6 de fecha del 18 de noviembre de 2018. Además, para esa fecha ya se consideraba a OpenOffice un software en desuso o discontinuado, por muchos motivos ahí abordados.

Hace unos días que salió LibreOffice 6.4 y aunque ya os contamos todas sus novedades, esta versión cuenta a su vez otra historia: la de la evolución de la suite ofimática libre, que este 2020 cumplirá dos aniversarios que merece la pena recordar.

No es un secreto que los usuarios de Linux no utilizamos hojas de cálculo cada día. Sin embargo, son muy útiles cuando necesitamos hacer cálculos, crear tablas o gráficos para visualizar los datos e incluso elaborar listas de tareas o de la compra.

¿LibreOffice u OpenOffice? ¿Por qué hay dos opciones de código abierto de lo que parece una misma suite de ofimática? Todo empezó con OpenOffice.org, la opción open-source original que se dividió en dos proyectos diferentes: la actual Apache OpenOffice y LibreOffice. Hubo una tercera opción de Oracle, pero dejó de ser de código abierto y poco tiempo después fue descontinuada. Las otras dos, las protagonistas de este artículo, siguen existiendo y lanzando actualizaciones, pero ¿Qué diferencias hay entre ambas? ¿Cuál es mejor?

Si un amigo o colega te pide que le recomiendes una suite de oficina, es probable que tu primer pensamiento sea LibreOffice. Pero no es la única suite disponible de código libre. Hay varias pero una especialmente ha jugado el papel más relevante en la historia de la ofimática.

Hay diversas áreas donde el software libre en general y GNU/Linux en particular, que no puede competir a nivel técnico con bastantes programas de código cerrado. Eso es una verdad que hay que reconocer. Los motivos son principalmente económicos; donde hay mucho dinero hay inversión y casi siempre hay un filón que explotar. La misma competencia entre programas hace que empresas se involucren en mejorar más y más sus servicios y prestaciones, así como dotar a sus productos con capacidades relevantes. Un ejemplo de esto es el mundo de la ofimática, donde el software libre tiene una defensa considerable en el frente pero que difícilmente llegará a competir con programas como los productos de Adobe. De todas maneras hay que puntualizar alguna cosa.