El nuevo informe Anual de Transparencia publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de los EEUU (ODNI) ofrece los aspectos más destacados de las campañas de vigilancia de la NSA.
En 2017, la agencia obtuvo los metadatos de más de 530 millones de registros de llamadas relacionados con los objetivos. Eso es más de tres veces que los datos recopilados en 2016, es decir, 151 millones.
Los metadatos incluyen varias cosas, como la fecha y la hora de la llamada, la duración de la llamada, etc. No incluye la conversación real. Aún así, lo que se recolecta es suficiente para conectar los datos.
Es difícil adivinar la razón detrás de los números del registro de llamadas cuando el recuento objetivo en 2017 fue menor. Una posible explicación es que un objetivo podría tener conexiones con muchas personas cuyos registros de llamadas podrían ser necesarios, lo que daría lugar a largas listas de registros de llamadas. Por lo tanto, puede ser solo sobre los números.
Entre los factores que afectan la recolección, hubo un nivel de duplicación cuando se obtuvieron los mismos registros de llamadas de diferentes compañías, de acuerdo con los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos.
Un portavoz de ODNI dijo a Reuters que el gobierno “no ha alterado la forma en que usa su autoridad para obtener registros de llamadas”. “Esperamos que este número fluctúe de un año a otro”.
Si bien el aumento dramático puede parecer sorprendente, la recolección es en menor escala que en los viejos tiempos cuando la agencia recogió registros de llamadas estimados en miles de millones por día; Edward Snowden lo expuso en 2013.
Se introdujo un nuevo sistema de vigilancia después de que se aprobara una ley en 2015 para poner un límite a la recopilación masiva de datos de la NSA.
Pero sin duda esta revelación podría suscitar preguntas de los defensores de la privacidad, ya que el informe también detalla el aumento en el número de otros métodos de vigilancia.
