Mucho se está hablando en los últimos meses de las polémicas decisiones que está tomando la Fundación Mozilla al respecto del camino a seguir con su producto estrella el navegador Firefox, así como con otros proyectos que se comenzaron, supongo que con gran entusiasmo, pero que van quedando en el tintero, cual pluma del escritor sin inspiración.
La última noticia que tenemos al respecto, es que según declaraciones oficiales en breve se dejará de dar soporte al desarrollo para la integración de aplicaciones web de escritorio, que por si no lo sabes, son aplicaciones web, que al instalarlas, quedan como una aplicación de escritorio, sin ocupar una ventana en el navegador, y que se ejecutan sin que el mismo necesite estar abierto.
Esta funcionalidad, está presente en Chromium y Chrome, pero no ha sido soportada por Firefox y parece ser que tampoco le ven futuro, según se aprecia con el anuncio de su fin de desarrollo.
Es sabido por todos, que desde que la mayoría de navegadores populares han decidido adoptar el motor web blink de Google, casi la única alternativa que nos queda para resistir a un nuevo monopolio en la web como en la era de Internet Explorer, es Mozilla Firefox, que sigue manteniendo la bandera de la libertad y la privacidad como el primer día, aunque hayan cambiado algunas cosas al respecto. También he de decir, que por desgracia para su continuidad deberían centrarse en mejorar muchas cosas del propio navegador que por unas o por otras falla en algunos aspectos y en otros directamente no es compatible.
Se me viene como ejemplo más reciente el intento continuado de establecer videoconferencias por Teams, la aplicación de Microsoft para esta labor, que aunque me de tristeza decirlo, cada día más empresas, instituciones e incluso particulares están adoptando para realizar reuniones, clases y formaciones a distancia. Si, ya se que alguno esgrimirá el argumento de que Firefox no tiene la culpa tanto en este como en otros muchos casos, de no ser compatible con esta o aquella aplicación, pero ahí es donde debería mostrar uno de los puntos fuertes como la única alternativa que nos queda frente al monopolio de Google, en la perfecta compatibilidad y funcionalidad con todas las aplicaciones de terceros que necesiten de un navegador para ofrecer al usuario una conexión, función o característica para la que fueron creadas.
No pienses que simplemente me voy a lo fácil, he luchado muchas veces con Firefox para intentar que todo funcionara como debe, he entrado en reuniones en las que me he quedado sin sonido o sin imagen, he vuelto a salir, reconfigurar todo el sistema, verificar complementos de Firefox, permisos web, revisión de configuración y no ha habido forma de hacerlo funcionar correctamente, al final sin más remedio y para no perder la reunión / formación, he tenido que poner Chromium que lo tengo de reserva (aunque no me gustaría), y todo ha ido a la perfección, sin necesidad de hacer nada.
Puedo añadir además un problema de incompatibilidad con algunas páginas web, una en concreto que no nombraré por motivos más que obvios, que reporté desde el cambio de la versión 52 ESR, y que todavía hoy en la versión 78.7 sigue sin resolver. Otra más en la cara que no entenderé nunca, es que no presente los binarios para su instalación en GNU/Linux y si para Windows, vamos, los ejecutables .deb o .rpm de toda la vida como si hace su competencia, incluso Edge en su fase beta en GNU/Linux ya los ofrece.
No todo van a ser críticas, por supuesto, el navegador ha mejorado mucho en rendimiento, y cualquier usuario no va a notar gran diferencia de velocidad y carga de páginas con otros navegadores, seguimos teniendo el poder de los complementos, ha mejorado la administración de contraseñas y la integración con GNU/Linux, que dejaba mucho que desear, tiene puntos a su favor en el aspecto de la personalización, que aunque no llega al nivel de Opera por ejemplo, es más que suficiente para dejarlo a gusto del consumidor, el anclado de favoritos en la página de inicio es todo un acierto y la implementación de la barra de marcadores en las últimas versiones también ha mejorado, así como las funciones de la barra de direcciones. Otra gran ventaja para mi, que pocos usuarios aprecian, es que no descargue al pc cualquier cosa que ves en la web, como si hace Chrome y sus bifurcados, por ejemplo con los pdf, lo que redunda en que mi carpeta de descargas está mucho más limpia, puesto que Firefox lo guarda en un archivo temporal que luego borra cuando se cierra.
No voy a entrar a valorar para bien o para mal las decisiones de la Fundación Mozilla, pero lo que si tengo claro, es que si quieren seguir siendo la gran alternativa, deben centrase en mejorar su producto estrella, sobre todo de cara al usuario final, que como siempre afirmaré, es el que sufre la falta de funcionalidades o incompatibilidades de la aplicación, y el que decide bien sea por hastío o por necesidad, cambiar a otro contrincante que le facilite la tarea en la que Firefox palidece o directamente no puede ejecutar.
Sigo usando Firefox aunque he estado en alguna ocasión a punto de cambiar a algún otro que he probado, pero el mero hecho de que Google lo controle todo me anima a seguir apoyando a la única y creo que mejor alternativa que nos queda sobre todo en GNU/Linux.
Fuente: maslinux
