Flatpak

Ya está entre nosotros Flatpak 1.10, la última versión del formato de paquetes que tiene como propósito ofrecer en Linux una vía estándar para instalar aplicaciones de manera independiente de la distribución.

Flatpak 1.10 trae algunas mejoras y novedades que vienen a reforzar no solo su posición de cara a las distribuciones que lo incluyen o soportan, sino también su vínculo con systemd, el conocido init o framework de sistema que ha sembrado la discordia entre los usuarios de Linux. En este aspecto, en el lanzamiento que nos ocupa nos encontramos con que “los fragmentos del generador de systemd ahora llaman a ‘flatpak –print-updated-env’ en lugar de a un montón de shell para mejorar el rendimiento del inicio de sesión”, además de que los aislamientos (sandboxes) con acceso a la red tienen a partir de este momento acceso al socket de systemd-resolved para realizar búsquedas de DNS.

En comparación con la versión 1.8 (ya que la 1.9 está considerada como inestable), se ha introducido soporte para un nuevo formato de repositorio que tendría que acelerar las actualizaciones y reducir la cantidad de datos descargada. Por otro lado, este nuevo formato de repositorio, que ya ha sido implementado en Flathub, permite el aislamiento de metadatos basados en la arquitectura del procesador, facilitando de esta manera que un mismo repositorio pueda servir paquetes para diferentes arquitecturas. Con la posible expansión de ARM en los próximos años, que Flatpak no dé la sensación de haberse anclado en x86 es un movimiento importante.

Aparte de lo mencionado sobre systemd y el nuevo formato de repositorio, de Flatpak 1.10 se pueden destacar que es más capaz de encontrar los sockets de PulseAudio en configuraciones desconocidas, el soporte para desactivar las variantes del entorno cuando se usa el sandbox y la posibilidades mediante fragmentos en ‘.profile’ de evitar la generación de un demonio de GVFS cuando se inicia sesión a través de SSH.

Como cualquier producto publicado como software libre, Flatpak 1.10 puede ser instalado mediante la compilación de su código fuente. Sin embargo, y como es obvio, esta vía no es muy práctica, así que como alternativa se puede usar una distribución rolling release y bleeding edge como Arch Linux y esperar a que llegue. Los usuarios de Ubuntu tienen a disposición un PPA mantenido por el propio Alex Larsson, desarrollador principal de Flatpak, y ya veremos qué decisiones toma la comunidad de Fedora de cara a las versiones 33 y 34 de su distribución.

El ecosistema de Flatpak crece lentamente, pero de manera constante, perfilándose como la vía neutral para distribuir aplicaciones independientemente de la distribución. Además de la abstracción con respecto a la distribución, también abre puertas como la posibilidad de utilizar versiones recientes de aplicaciones y bibliotecas en Debian Stable y otros sistemas con software estanco, eliminando en el proceso el riesgo que supone la sustitución o modificación de las bibliotecas al ir todo en un “compartimento” separado.

 

Fuente: muylinux

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