Al parecer una nueva moda esta invadiendo a varios desarrolladores en el mundo Linux, ahora todo indica que cuando se quiere aplicar una idea, ya sea en la interfaz, paquetería, repositorios, etc… la solución es “crear una nueva distro”.
No me opongo en absoluto a que halla mas distros linux, pero al parecer la nueva tendencia en algunos desarrolladores cuando tienen una idea en mente es crear una nueva distro, cuando la idea de fondo no era esa específicamente.
Desde que Ubuntu tuvo éxito y Linux Mint también, varios grupos de desarrolladores como que se le han metido en la cabeza de que para implementar una nueva idea en alguna interfaz gráfica por ejemplo, hay que construir una distro, algo que a la larga obviamente fracasará ya que mantener una distro es algo muy complejo y requiere de tiempo.
Otros ni siquiera tienen algún objetivo en específico sino simplemente es lanzar una nueva distro a ver si logran ser populares en la comunidad del software libre.
He visto varias nuevas distros que aplican lo anterior: tienen una buena idea con respecto a una interfaz gráfica y en lugar de enfocarse en ello, de crear un fork de X interfaz y comenzar a “evolucionar” esa idea, deciden tomar X distro (generalmente Debian y creo personalmente que esto es mas inspirado en lo que hizo canonical con Ubuntu que en las necesidades reales de los desarrolladores) e implementan su interfaz, ahí, le añaden un puñado de paquetes nuevos y la lanzan como si fuese una distro “muy revolucionaria”. Resultado: los miembros se comienzan a ir y el proyecto (originalmente innovar en X interfaz) termina simplemente desechado y botado por falta de tiempo.
Otros llegan al extremo de que ni siquiera muestran algo innovador, o como se diría coloquialmente “por donde van los tiros”, sino que simplemente agarran a Ubuntu (en casi todos los casos), le meten un poco de paquetes nuevos, le cambian los íconos y le agregan otra interfaz (XFCE, GNOME y KDE son las predilectas) y lo lanzan como una distro totalmente nueva… Resultado: Otro proyecto que se va “por el desagüe”.
En resumidas cuentas, si un grupo de desarrolladores tienen como idea principal innovar en muchos aspectos de X distro (facilidad, interfaz, actualización, infraestructura, interacción, etc) es muy lógico construir una nueva distro, pero si por el contrario, lo que se quiere es innovar en una nueva interfaz por ejemplo, no hace falta en absoluto construir una nueva distro. Creo que en el mundo Linux necesitamos cantidad, pero que esa cantidad sea de calidad.
Fuente: libuntu
