
Nos encontramos ante una decisión que varias instituciones públicas y privadas deben tomar en algún momento. Éstas cuentan con un hardware determinado que, por razones obvias, no pueden renovar frecuentemente; además, puede ocurrir que utilicen sistemas operativos por los que se debe pagar una licencia y que vayan a ser sustituidos a medio plazo o que estén obsoletos, como es el caso del que hablamos aquí. Gabriel Foster, pastor baptista y administrador de sistemas de una escuela cristiana estadounidense, nos comenta cómo ha sido la experiencia del cambio de SO y los ‘pros y contras’ que ha debido valorar para su decisión. Quizás sirva de experiencia a algún lector indeciso…