Opera1 Opera: problemas, soluciones y sinsabores

Si por enésima vez lo intentaba con Opera, por  enésima vez vuelvo a desistir, y es que el navegador noruego es una pieza de software de primera división, de esas que están siempre a la cabeza de la clasificación, pero que muy pocas veces consiguen títulos (y a estas alturas de la película, digo yo que será por algo).

Nota antes de comenzar: cualquier cosa que no se entienda está explicada y debatida en los artículos Opera es genial… y  decepcionante y Ahorro extremo de pantalla en KDE con Firefox (¡especial atención a los comentarios!).

Las características que hacen de Opera un navegador web de primera son bien conocidas, por lo que no voy a repetirlas en esta ocasión, en la que prefiero centrarme en los detalles. En honor a la verdad, que se suele decir, quiero hacer referencia a algunos de los fallos que destaqué en el artículo anterior, y sus respectivas soluciones, que haberlas haylas (según se mire).

Primero, sí que es posible abrir cualquier marcador en Opera en una nueva pestaña, aunque no esté directamente en la barra de marcadores. Basta con hacer lo siguiente:

  • Control+clic normal para abrir en segundo plano.
  • Mayúsculas+clic normal para abrir en primer plano.

Algo es algo, pero que no funcione el botón central del ratón para hacer eso mismo -a excepción de la barra de marcadores-, sigue siendo todo un despropósito, del que por cierto se han quejado muchos de los usuarios del navegador en los últimos años, sin que en Opera les hagan el más mínimo caso (se puede comprobar en los foros oficiales).

Segundo, el error ese del que me quejaba con WordPress, no es culpa de Opera, sino de la extensión Opera AdBlock, bastante precaria (con todos mis respetos a su autor, que por impedimentos ajenos a su voluntad no puede mejorar las prestaciones del complemento. Aun así, está sin actualizar desde el agosto pasado…). Y como es algo largo de explicar, lo dejamos así. Solo un consejo: recomiendo por mucho NoAds Advanced, aunque hay que meterle un poco de mano a la configuración en según qué casos.

Tercero, el desplazamiento en páginas web con mucho contenido sigue siendo en ocasiones bastante deficiente, y no hay nada que hacer aquí. Cualquier otro navegador, incluso los más humildes, funcionan bien donde Opera falla, y aunque no es el fin del mundo, más les valdría a los desarrolladores ponerse las pilas con esto, porque da muy mala imagen.

Cuarto, el consumo de recursos es demasiado alto, y no me vale lo que que “Opera utiliza un tanto por ciento de la memoria para mejorar la navegación, libera cuando hace falta”, etc, porque no se cumple. Afortunadamente, el problema lo resuelve Opera 12, así que no hay más que hablar (de cualquier forma, soy de los que opinan que la memoria está para gastarla, sí, que no malgastarla, cuando el equipo tiembla de esfuerzo). Y tampoco me vale lo de que tiene muchas características de fábrica (ese debate, otro día, prometido).

Quinto, las pestañas fijas no responden a las actualizaciones de la página cuando están en segundo plano… Ni las fijas ni las normales, vaya (sí, recién abierta una página en segundo plano, las esquinas se doblan o muestran bolitas de colores según el tema, pero cuando la página recibe actualizaciones en segundo plano, nada de nada).

Con lo dicho, los dos únicos errores que considero verdaderamente importantes son el de marcadores y desplazamiento, por razones obvias, y me adelanto a los “negacionistas” asegurando que he probado todo de lo que hablo en varios equipos con diferente hardware y sistemas operativos (o sea, que si a ti no te pasa, suerte la tuya). Además, hay otros pequeños pero molestos detalles a los que no voy a a hacer referencia porque si no esto se va a alargar en demasía, que se deberían pulir (y no hay software que se libre de ésto).

En el otro extremo, hay características de Opera que me encantan, algunas imposibles de conseguir en otro navegador (como el tab stacking, impresionante; nada que ver con el triste panorama de Firefox). Por no hablar de Opera Mini/Mobile, de lo mejor en el móvil (ahí es donde se nota lo interesante de Opera Turbo, no en el escritorio).

Así que estoy donde comencé: sin nada que me convenza del todo y preguntándome por qué los usuarios de KDE tenemos tanta suerte con algunas cosas y tan poca con otras. En fin. Mi historia con Opera ha terminado. Por ahora.

 

Fuente: muylinux

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