Octopus

Hace unos días, un usuario del grupo de Telegram envió un gran gráfico de los datos que recopilan las grandes compañías tecnológicas sobre los usuarios, que mucho o poco usamos sus servicios. Me he permitido el lujo y el tiempo de traducirlo al español, para una mejor comprensión de todos los que visitan el blog y los recién llegados que vayan a hacerlo.

Mucho se ha hablado ya sobre este asunto, y no deja de sorprenderme cuando veo algún documento esclarecedor como este, que muestra con detalle toda la información de dejamos que recojan estos entes de la tecnología.

Hemos de tener en cuenta que en este mundo nada es gratuito, si compramos un móvil ya sea con Android o Ios, que actualmente son los dos sistemas prevalecientes en estos dispositivos, “no pagamos” por la parte de software que incumbe a las aplicaciones, sobre todo en el caso de Android, pero esto evidentemente es una utopía, pues desde que iniciamos el dispositivo, estamos cediendo nuestra información de ubicación, conexión, dirección IP y otras cosas más a medida que atravesamos el, a veces arduo proceso, de poner en marcha el susodicho aparato.

Dependiendo del fabricante podemos encontrarnos con la “invitación” a crear una o dos cuentas, y ahora me voy a centrar más en Android, dado que es el más extendido y como todos saben ya propiedad de Google.

Como decía es muy posible que tengamos varias solicitudes para dar de alta una o varias cuentas. Todo depende de si solo queremos utilizar los servicios de Google, o además, como ocurre por ejemplo en el caso de Samsung, queremos acceder a todo el Bloatware (software basura, en la mayoría de los casos innecesario y no usado por el usuario), que contiene servicios que supuestamente dan un plus al funcionamiento o características del teléfono.

No todo ocurre en el apartado de los móviles, como comprenderás se extiende al mundo del PC, e incluso desde hace ya tiempo a los electrodomésticos, cualquier televisor actualmente solicita una conexión a internet para mantener los “servicios actualizados”, puedo confirmar que incluso mi televisor que tendrá más de 10 años, hace que se enciendan los discos duros que tengo conectados, cosa un tanto sospechosa si no está funcionando en ese momento. Evidentemente una vez enterado del caso, quito siempre los discos duros del usb y también desactivé la conexión a internet que no necesito para nada en la TV.

¿Cuantos usuarios pueden asegurar que utilizan todo lo que trae actualmente un dispositivo móvil? Yo puedo confirmar, que el 80% (y es posible que me quede corto), lo usan para conectar con Facebook, Whatsapp o Telegram o similares, ver vídeos en Youtube, recibir algunos correos y llamar (esto último cada vez menos). Como puedes ver he nombrado a lo más, cinco aplicaciones, podríamos subir a diez y no estarías usando más de un 10% de las aplicaciones en total que aparecen en el más que saturado inicio o pantallas añadidas. Cuantos dirán que les da lo mismo lo que hagan esas aplicaciones mientras les dejen subir su vida a internet para comentar con sus contactos, chatear con sus amig@s o ver su vídeos preferidos sin pagar nada de nada.

Sin embargo, todas estas aplicaciones y muchas de las que hay en las Stores de cada marca, solicitan un montón de permisos que en muchos casos no tienen nada que ver con las funciones que van a realizar estas aplicaciones. Ahí empieza el periplo de la recogida de datos que tenemos en nuestro teléfono, contactos y su información, correos electrónicos, eventos de calendario, dirección ip, intereses políticos y religiosos, edad, estado civil, ingresos mensuales, tarjetas de crédito, métodos de pago, y así podría seguir en una larga lista, detallada en el gráfico, que cuando empiezas a entender literalmente da miedo.

Hay que empezar a tener constancia, de que la información para toda empresa es poder, y para todas estas empresas tecnológicas que están subidas al caballo “online”, esto supone poder de intervenir en nuestras decisiones de compra, de adquisición de bienes, de decisiones que ni por un momento pensaremos que es posible, pero lo es. No en vano nos inundan a diario con publicidad y recomendaciones en base a nuestros datos de uso.

Es necesario que minimicemos la entrega de estos datos desde nuestros dispositivos, a la vez que el usuario debe concienciarse de que las aplicaciones en ningún caso son gratuitas. Evidentemente toda la gente que desarrolla las mismas también debe llevar un salario a casa, y de una forma u otra, las grandes compañías deben pagarles por ese trabajo, otro debate será cuanto les pagan, pero eso será contado en otro momento.

Como única salida nos queda el software libre y evidentemente colaborar con quienes lo desarrollan de alguna forma para que este siga evolucionando, mejorando y actualizándose para adaptarse a las necesidades que todos requerimos. O con todo el derecho del mundo pagar por esas aplicaciones que queremos usar, para usarlas correctamente, aunque eso, dado que el código es cerrado y no se puede auditar, no nos asegura que nuestros datos estén a salvo o que se soliciten los mínimos requeridos para la función que va a realizar la aplicación utilizada.

Como el gráfico es un poco largo para ponerlo en la entrada, dejo un enlace para visualización o descarga: Gráfico de recopilación de datos.

También he añadido dos mas en ingles, aquí y aquí

 

Fuente: maslinux

¿Quién está en línea?

Hay 9370 invitados y ningún miembro en línea