Pues como toda buena historia ahora llega el momento del amargo final. Tras 35 años de historia Toshiba deja de fabricar portátiles. El final de un proceso iniciado en 2018 cuando la marca anunció su intención de abandonar poco a poco el mercado mediante un proceso de compra en donde Sharp se hará cargo del negocio a partir de ahora.
Al contrario con lo sucedido con IBM y Lenovo, no habrá un proceso de transición en donde ambas marcas comparten el nombre de marca y línea de productos para que los usuarios no noten un cambio drástico sino que desde unos meses Sharp ya comercializa portátiles bajo la marca Dynabook, conservando los nombres de producto, eso sí.
Toshiba todavía controla el 19% de la marca y procesos de control pero se estima que en los próximos meses el cambio será completo.
Desde Toshiba las razones ya han sido explicadas en más de una ocasión. La guerra de precios y los escasos margenes han puesto muy difícil la supervivencia de la marca en el sector. De hecho en el último año la marca perdió 318 millones de dólares.
Y así tras 35 años el testigo se pasa a Sharp. Parece que fue ayer cuando el fabricante japonés irrumpía en el mercado de los ordenadores personales por todo lo alto con la Toshiba T1100 de 1985. Un portátil pensado para el mundo de los negocios y con unas prestaciones nada despreciables para la época como 256 KB de RAM con procesador Intel 80C88 a 4.77 y su pantalla LCD con 640 x 200 píxeles de resolución. Eso sí, también pesaba 4 kilos y funcionaba con disquetes de 3.5″, lo que se antoja algo aparatoso para nuestros días.
Fuente: ubuntizando
