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Emilio Lo Prete es un escritor argentino, compañero en el mundillo del software libre, y defensor de la obra de Richard Stallman.

Hace poco que lo conocí, pero dada su juventud, me extrañó observar su compromiso tan decidido y con la pasión que demuestra, su defensa del código libre y la filosofía tan noble que conlleva.

Emilio presenta una reflexión acerca de Stallman, GNU y el software libre en general que me ha parecido interesantísimo que estudiéis porque resume en un texto toda mi defensa en este blog a Stallman y su loable legado por el que tuvo que dar un paso atrás, no para dejar de trabajar por lo que cree y creemos, sino por el veneno de las áspides que reptan por una sociedad drogada por el policorrectismo. Stallman sigue luchando por tu libertad a pesar del paso atrás que en realidad ha servido para ver con más amplitud y claridad los problemas y peligros que corre el software libre. Y Emilio lo ha plasmado en un texto que no hay que retirar ni una coma.

Teníamos la costumbre, muchos años atrás, de traducir los nombres
extranjeros al castellano. Una costumbre divertida que se fué perdiendo
en el tiempo. También la de pronunciar mal los apellidos, poniendo
siempre los acentos en las sílabas equivocadas.

Ricardo Matías Stallman, es un tipo curioso, que habla nuestro idioma
además del suyo. Ya eso es loable. Pero más loable es lo que en el
transcurso de su vida hizo por la comunidad hispano-parlante. Y más
llamativo es, cómo la comunidad hispano-hablante recibió a Ricardo
Stallman.

Los norteamericanos (Dios los conserve en la gloria) están, más
norteamericanos que nunca y muy sensibles. Están tan pero tan
sensibles, que cualquier cosa que uno diga, haga, o piense, está
indefectiblemente bajo el escrutiño público, social y digital. El
último existe, en parte, gracias a Don Ricardo.

No es el único por supuesto, pero es algo curioso que de millones y
millones de seres humanos, Ricardo mandara a todos al diablo y dijera
que “Su proyecto es hacer ¡QUE TODOS LOS PROGRAMAS SEAN LIBRES!” [1]

Claro, en ese momento, cuando nuestros amigos norteamericanos estaban
con la Reaganomía [2] y Gordon Gecko decía que “La Codicia es buena”,
nadie le daba pelota a este ñoño (friki para mis hermanos españoles)
salido del laboratorio de inteligencia artificial del MIT.

Si miran el resto del video, van a ver personajes del mundo de la
informática con muchísimo más dinero, pero con muchísimos menos
contribuciones al desarrollo de la especie.

Verán, Ricardo, no se tomó vacaciones. No paró jamás. El siguió haciendo
su proyecto y continúa haciéndolo, pero, no sin algún “palo en la
rueda”…

GCC (el compilador C), GDB (el debugger) y el amor de mi vida: GNU
Emacs.

Esas son las primeras tres piezas de software libre bajo el nombre de
GNU.

Nadie está usando SUN Studio ahora… Quiero creer que no, cierto que
ahora Sun Microsystems no existe más. En esa época, lo más profesional
que podía aspirar un entusiasta era a un debugger tipo DDT en CP/M (el
que quiera acordarse que se acuerde), Unix era imposible de adquirir
para cualquier mortal y a este tipo se le ocurre hacer un Sistema
Operativo, completo, de la nada. Y lo mejor de todo esto, es que lo hace
con el criterio de que sea libre, quiere decir libre en el sentido de
libertad, que cualquiera sea libre de leer lo que hace, cambiarlo,
ajustarlo a sus necesidades y distribuirlo como se le dé la gana.

Loable lo suyo Don Ricardo.

¡Y lo peor es que lo hizo!

No lo hizo solo, después de un tiempo y seguramente después de mucha
persistencia, porque las cosas en la vida cuestan sacrificio, tiempo,
esfuerzo, hablar con uno, convencer a otro, negociar y otras tantas, es
que este hombre tiene el sistema casi completo. Un sistema operativo
que parece Unix, se maneja como Unix, piensa como Unix, pero por Dios…
NO ES UNIX.

Bienvenido GNU.

Lo mejor de todo eso, es que gracias a ese inquebrantable esfuerzo, a
esa casi perversión por poder tener un sistema que sea libre, que todos
puedan acceder a el, es que hoy existen megacorporaciones que utilizan
las herramientas de Ricardo y sin embargo Ricardo no está.

Les explico, acá es donde entran las sensibilidades norteamericanas.

Nuestros hermanos, del norte para mí y de alguna otra dirección para
ustedes, están muy… alertas, digamos. Alertas a cualquier cosa. Si
alguien hace puchero, están alertas. Si alguien dice que no le gusta
algo, están alertas. Y si alguien dice algo que no le gusta a otro,
están muy pero muy alertas.

Y es que nuestros hermanos de la América del Norte, la “tierra de la
libertad” está teniendo problemas con la libertad de expresión, con la
comprensión, con el uso del contexto, con el auto-control básico de las
emociones y sobre todas las cosas, con el ejercicio del criterio en la
emisión de juicios rápidos, casi sumarios, con gente que no conocen ni
un poco.

Lo que pase en sus tierras es problema de ellos.

Pero, a la hora de juzgar a Stallman fueron demasiado rápidos. Demasiado
sumarios y por ser sumarios fueron injustos.

Stallman, el tipo que hizo que todo el software fuera libre, está ahora
en el ostracismo social y nosotros; aquellos que valoramos ser libres en
nuestra informática, estamos en deuda con Don Ricardo.

Podemos tirar teorías conspirativas en la mesa, para divertirnos: A
Linus le pasó lo mismo y lo mandaron a tomar clases de buenos modales y
a mitad de cancha hizo “la gran finlandesa” y se coló por un corner. A
Guido, el muchacho de Python, un caso similar. Y así hay varios casos
de personas de perfil alto, víctimas de juicios sumarios por multitudes
digitales y chismosas.

Pero ¿qué podemos hacer?

No podemos obligar a Don Ricardo a hacer nada, el ya hizo lo suyo y lo
hizo bien.

Lo que podemos hacer es defender lo que tanto costó conseguir, explotar
la brecha que viene abriendo Ricardo desde los 80s y pedir que ¡TODOS
LOS PROGRAMAS SEAN LIBRES!

El ámbito de la computación nos permite muchas cosas a nivel social, una
de ellas es la de disminuir nuestras habilidades sociales a través de la
proeza intelectual. Vale decir, no importa si no podemos hablar, si
solucionamos el problema técnico en este mundo, vale más que el programa
compile correctamente a una caricia y una palabra de cariño.

Nos permite, que todas las variantes y denominaciones de la humanidad
trabajen en conjunto con un objetivo común.

Pero como dijo Jorge Orwell, “todos los animales son iguales pero
algunos animales son más iguales que otros” y a Ricardo le sacaron la
tarjeta roja.

No importa.

Nosotros seguimos.

¿Quiénes?

Existe la FSFLA (Fundación del Software Libre de Latino América) [3] y
la FSFE (Fundación del Software Libre de Europa) [4] Es a ellos, a
quienes en perfecto castellano nos podemos dirigir para manifestar
nuestro profundo descontento con la abrupta salida de Don Ricardo y
reclamar liderazgo efectivo y contínuo. Transparencia y hechos.

RES NON VERBA, en latín.

¡Necesitamos que el movimiento del software libre avance!

*¿No vale la pena pelear por la libertad?*

_Yo creo que es la única causa por la que vale la pena pelear._

También existen personas que se reunen en la reconstrucción de la idea
primordial de la libertad. Siempre que hay un cambio de régimen,
aparecen las milicias en las barricadas, digamos.

En las barricadas está la Free Software Force.[5]

Yo los invito a escribir a las fundaciones, los invito a reflexionar en
la libertad de nuestra informática. Los invito a comprometerse cómo se
comprometió Don Ricardo.

Si no nos defendemos ahora, no podemos quejarnos después.

A fin de cuentas, ¿qué existe más lindo en la vida, que ser libre?

Emilio Lo Prete


Nota de referencias
─────────

[1] [https://youtu.be/oIrXuv-JjeE]

[2] [https://es.wikipedia.org/wiki/Reaganom%C3%ADa]

[3] [https://www.fsfla.org/ikiwiki/]

[4] [https://fsfe.org/index.en.html]

[5] [https://fsforce.noblogs.org/]

 

Fuente: maslinux

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