Windows no era para mi. Ya en una época bastante temprana, cuando Windows alcanzaba su versión 95, la primera y única que conocí, por cierto, tenía decidido que no me gustaba. Habían muy pocos virus en aquellos años pero los pocos que habían me hacían caer en la paranoia.
Fue entonces, en 1998 cuando un familiar me dijo que tenía un antivirus para mi. Él vivía lejos y la conexión a internet era penosa. Como mi primo sabía mucho y yo nada, consiguió conectar mi PC con el suyo pues había creado una conexión FTP con su equipo. Me pasó varios CDS que tuve que quemar en Windows. Transcurrieron varios días para finalizar la descarga. También y siempre con su ayuda, cambié algún PIN del disco duro para que arrancara desde la unidad CDROM.
Así lo hice. Tras una pantalla en negro con muchas letras blancas y una instalación larga y tediosa, que, tras pasar una hora instalando te pedía que sacaras el CD y metieras el segundo y después el tercero hasta finalizar, reinicié el equipo. Supuestamente ya estaba todo hecho. O no ..
Mi primer GNU/Linux: Red Hat 5.1
Ciertamente no encuentro una imagen que coincida con la que tengo en mi pobre y devastada memoria, pero era algo similar a la de arriba. No era para tirar cohetes, claro, pero tuve un flechazo. Por supuesto que me encantaba mucho más que Windows 95 pero reconozco que no era algo bonito. También debemos entender que estamos en 2019 y hoy día nos podría parecer una imagen desfasada. Pero lo que más me llamó la atención era la rapidez con la cual se iniciaban las aplicaciones. Fue una percepción brillante pero también hubieron muchos fracasos. Programas de internet habían muy pocos, y la forma para instalarlos era desconcertante.
Mi primo me habló de la terminal y lo poderosa que era. Poderosa y desilusionante porque instalar por ejemplo MLDonkey había que hacerlo por ese medio y mediante opciones que me sonaban a chino ( enable-gnutella–enable-donkey–enable-filetp y así). El navegador creo que ya venía incluido, los años no perdonan, pero es posible que fuera Netscape o quizás la primera versión de Mozilla. No lo recuerdo, la verdad.
De algo estaba seguro. A pesar de las complicaciones, estaba decidido a continuar con esto llamado GNU/Linux y no quería volver a Windows.
A Red Hat le sucedió Fedora Core
Pasé bastante tiempo con Red Hat, posiblemente hasta el año 2001. Entonces mi primo me habló de cambiar a un “nuevo Linux” que acababa de salir del horno, basado en Red Hat pero no era comercial. Nacía Fedora Core.
Con una instalación similar a la de Red Hat, usando algo llamado Anaconda, que era lento como él mismo y con varios CDS que completaban las imágenes ISO, terminé instalando Fedora Core 1. La verdad es que era prácticamente lo mismo que RH y me había hecho alguna ilusión esperando un escritorio más atractivo y con programas gráficos para instalar las aplicaciones. Pues no. Todo seguía igual, pocos cambios encontré y en aquellos momentos, eso de que no fuera comercial como Red Hat y que fuera 100 % software libre me importaba un pepino. Esperaba algo más de un sistema operativo, unas garantías de facilidad para instalar y gestionar el sistema.
Esperé a Fedora Core 2 y Fedora Core 3 pero terminé harto, defraudado porque la verdad, incómoda, es que era torpe y no llevaba bien lo de los comandos de consola.
El GNU/Linux español
Mediante internet me enteré de la creación de un sistema GNU/Linux hecho en España. Se basaba en algo llamado “Debian” del cual, claro, había oido de hablar pero también de su fama horribilis para su instalación y mantenimiento. Nacía GNU/Linex, o simplemente Linex. Creado por la comunidad autónoma de Extremadura, me picó la curiosidad y lo que vi en imágenes me animó mucho.
Por fin conocía Debian, o al menos, indirectamente. Para ser francos, tampoco ofrecía muchas facilidades al usuario pero al menos la interfaz era divertida. Las aplicaciones, supongo que típicas de Debian, eran renombradas con personajes ilustres y lugares extremeños. Su logotipo era una simpática cigüeña y un ñu. Usaba como entorno un GNOME todavía bastante espartano.
Corría el año 2002 y era un honor tener entre manos una distro de sello nacional. Por fin hacíamos algo bien en el mundo de la computación en España. Linex, además de pionera en este país, también fue precursora de cientos y cientos de distros en todo el mundo. Desde aquí aprovecho, aunque muy tarde, difunta y enterrada Linex, para felicitar a sus creadores por tamaña empresa que se les ocurrió engendrar.
Su su su, ¿que es eso? Suse
Poco despues de disfrutar varios meses con Linex, vi en un foro un enlace -ilegal- para descargar una distribución que era comercial y de pago. Pero me enamoré de una interfaz.
Se trataba de Suse y creo que era la versión 9. Jamás había visto un escritorio tan delicado, limpio, cristalino. Por primera vez vi un GNU/Linux decente y no sólo por su interfaz gráfica, que era EXCELENTE, con un KDE 3 que me hizo su fan número 1 desde entonces. Era extremadamente rápido, tenía un centro de control que era Dios y .. ¡por fin se podía instalar software gráficamente! aunque hay que decir que era muy escaso. Su paquetería era RPM y visitaba RPMfind para buscar programas, aunque siempre faltaban dependencias. Pensé que difícilmente una distribución podría superar a Suse.
Pero la hubo ..
Y yo que estaba tan feliz con Suse. Pero esto es así, el distrohopper tiene una vida insufrible. Un colega del trabajo me dijo que usaba una distro francesa que era lo mejor que había encontrado. Yo le dije que no podía ser mejor que Suse pero me aseguró que sí.
Mandrake fue una distribución francesa que tenía el honor de ser la precursora de la distro-amigable. Ni Ubuntu ni coñas. Ubuntu fue quien abrió las puertas de GNU/Linux al mundo pero ni de lejos le hacía sombra a Mandrake. ¿Por qué?
Esta distribución tenía dos escritorios tan bien integrados que la hacía única. GNOME y KDE eran perfectos. Mandrake tenía al igual que Suse, su centro de control con el cual realizabas todo, desde la administración de software, usuarios, cortafuegos, servidor web, de correos, gestor de login.. todo. Ubuntu nunca implementó nada de esto.
Estuve varios años con Mandrake, hasta que se fundió con Conectiva y se convirtió en Mandriva, quizás la distribución más popular junto a Ubuntu. El problema de Mandrake-Mandriva fue que la verdadera intención de la empresa que la creó, Mandraksoft era la de obtener grandes ingresos económicos y jamás lo consiguió, por lo que decidieron abandonarla en el año 2011.
Pero que lindo
KDE se volvió en una religión y buscaba distribuciones que usaran este entorno. Fue entonces, en el 2003 cuando oi que había nacido un sistema operativo comercial GNU/Linux que emulaba a Windows (Windows ya iba por su edición XP). Se llamaba en un principio Lindows.
El poder de Microsoft viene de antiguo y no permitió que una distribución GNU/Linux, a la que odiaba con todas sus fuerzas hasta ahora por mucho que diga i love you, y mediante un pleito consiguió que Lindows cambiara de nombre. Se convirtió en Linspire. Lindows/Linspire se basada en Debian, pero ojo, tenía truco. Poseía una interfaz gráfica para instalar software pero era de pago. De hecho no se podía descargar legalmente Lindows sin un cupón previamente pagado. De la mano del dios Torrent podías hacerlo.
De todas formas no tenía nada de especial, su enfoque era empresarial y aunque subyacente estaba Debian, prefería Mandrake.
Hasta hoy
Para ser sincero, Ubuntu no me gustaba ni me gustó del todo. No es que esté mal, todo lo contrario, pero no me gustaba GNOME hasta que llegó GNOME-Shell. En los inicios pasaron otras muchas antiguas, como Mepis, de la que guardo cariño y la mismísima Debian que por fin pude atreverme con ella.
El vicio del distrohopper dura hasta hoy. No es algo que me humille ni del cual tenga que poner excusas ni repararos en decir que sufro de distritis. Hoy mismo tengo Archman y el lunes escribiré desde Endeavour pero es que lo disfruto tanto.
Probar distros es una pasión. Como ves lo traigo que antiguo y no soy el único.
Fuente: maslinux
