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Mehdi Dogguy toma el mando del proyecto Debian, sucediendo a Neil McGovern que había renunciado a presentarse a un segundo mandato.

No hubo demasiada emoción en la elección, dado que Mehdi Dogguy, –un desarrollador francés de origen tunecino– era el único candidato, lo que se ha reflejado también en la escasa participación, alrededor del 27%.

El nuevo líder del proyecto tiene 32 años y lleva usando Linux desde que estaba en la secundaria, haciendo su primera instalación de Debian alrededor del año 2000.

Actualmente Mehdi esta trabajando en el campo de la informática de alto rendimiento en EDF, el principal grupo distribuidor de electricidad en Francia y uno de los más importantes a nivel mundial.

A destacar su experiencia en llevar Debian a ambientes HPC (High Performance Computing) y supercomputadoras, mediante versiones personalizadas de la distro universal. Un trabajo que después repercute en la propia Debian, en forma de parches de seguridad, mejoras del instalador y aportación de código.

Mehdi ha formado parte del grupo de trabajo de Ocalm –un lenguaje de programación avanzado–, empaquetando software, creando herramientas específicas y corrigiendo errores. También ha colaborado en otras áreas de desarrollo de Debian: UbuntuDiff, release team, Wanna Build Team

Pero más allá del curriculum lo que nos interesa es su visión de lo que debe ser el proyecto, unas directrices no siempre vinculantes –Debian es la Suiza de las distribuciones GNU/Linux y todo se resuelve de forma muy democrática, mediante votaciones y comités técnicos– pero si indicadora de por donde va a ir la distro.

Entre las prioridades del nuevo líder de Debian está el mejorar la comunicación entre los diferentes equipos de trabajo, para obtener una estrategia coherente de desarrollo, en la que se reduzca la complejidad del mismo y se identifiquen eses “cuellos de botella” que limitan la capacidad evolutiva del sistema.

A efectos prácticos, todo la verborrea que os he soltado en el párrafo anterior, va a significar la apuesta por una “hoja de ruta” con objetivos de liberación claros que motiven la llegada de nuevos contribuyentes y muestre realmente la fuerza que tiene Debian a la comunidad.

Es decir, más planificación en el lanzamiento de versiones y un poco menos de “estará lista cuando esté lista”, salpicado con unas gotas de marketing.

Otros aspectos que se propone tocar Mehdi son: la documentación que rodea al proyecto y un mayor énfasis en la innovación para no perderse el mundo cloud y los sistemas virtuales.

Podéis consultar el programa completo del nuevo líder de Debian en esta página.

 

Fuente: lamiradadelreplicante

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