Una de las mayores críticas que se reciben en el segmento de los smartphones gobernados por Android es la variedad de versiones de la plataforma que coexisten. El problema podría agravarse en los próximos meses, ya que se espera que pronto aparezcan las versiones 2.3 y 3.0 de Android.
Teniendo en cuenta que muchos terminales jamás reciben la actualización oficial de las operadoras, parece que las diferencias entre terminales con versiones antiguas y modernas de Android se irán ampliando.
En el sitio web para desarrolladores de Android aparece un dato esperanzador: más de las tres cuartas partes de los usuarios de esta plataforma están utilizando un terminal gobernado por Android 2.1 o Android 2.2.
Esto significa que cada vez menos usuarios hacen uso de versiones ya obsoletas como Android 1.5 o Android 1.6, pero lo cierto es que la coexistencia de estas versiones con las modernas ediciones de Android plantea un problema serio: el de la fragmentación.
La causa suele ser la dejadez o pereza de las operadoras, que no ofrecen actualizaciones a sus clientes para que sus terminales puedan disponer de las nuevas versiones -aunque ciertos requisitos hardware también impiden estas actualizaciones- pero en cualquier caso el problema puede ir a más.
Y es que como apuntan en Technologizer, la próxima aparición de Android 2.3 -que podría aparecer muy pronto- y sobre todo de Android 3.0 Gingerbread podría ampliar aún más la coexistencia de versiones, lo que plantea problemas a los desarrolladores -que tienen que verificar que sus aplicaciones funcionan para las distintas ediciones de Android- y también para los usuarios, que se verán limitados a utilizar ciertas herramientas según la versión de Android que tengan en sus smartphones.
Fuente: muylinux