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El vicepresidente de la Duma, Nikolai Vladimirovich Levichev considera que Windows 10 es una amenaza para la seguridad nacional y ha decidido trasladar sus preocupaciones al primer ministro Dmitry Medvedev, para que prohíba su uso en todas las administraciones y agencias del estado ruso.

Tal como comenta el propio Levichev en su cuenta de Facebook, Microsoft a través de Windows 10 recopila contraseñas, datos de contacto del usuario, códigos como pueden ser los de las tarjetas de crédito, historial de navegación, información sobre la ubicación de los dispositivos, nombres y claves de redes Wi-Fi u otros puntos de acceso, dirección IP, contenido de mensajes multimedia y en general todo tipo de información personal que se pueda revelar en correos electrónicos, mensajes y conversaciones de voz.

Datos todos ellos, que según la propia licencia de Windows 10 pueden ser almacenados en Estados Unidos o cualquier otro país por un periodo de tiempo ilimitado, algo que un futuro chocaría contra la ley rusa que establece que los datos personales de los usuarios deben ser procesados y “almacenados” en el país. (en realidad esa norma aprobada en 2014 no entraría en vigor hasta septiembre de 2016, para que todas las empresas tengan tiempo a adaptarse y en caso necesario crear sus data center en Rusia)

Un temor al espionaje por parte del amigo Nikolai nada sorprendente, dado la conexión que tradicionalmente Microsoft ha mantenido con la NSA y el programa de vigilancia masiva PRISM, facilitando el acceso a las comunicaciones de Skype o el contenido de mensajes en Outlook, sin necesidad de una orden judicial.

Para evitar que estos datos puedan caer en manos de gobiernos de otros países e información confidencial pueda ser filtrada, Levichev propone una prohibición total del uso de Windows 10 en agencias gubernamentales, empresas de propiedad estatal, organos del gobierno e incluso instituciones de investigación científica.

Otros miembros de la Duma, como Aleksander Volkov apoya esta iniciativa y afirma que “Rusia necesita desarrollar su propio software seguro, para reemplazar los productos de Microsoft“. Algo similar, piensa el diputado comunista Vadim Soloviev, que denunció a la fiscalía general rusa, el uso inapropiado que hace Microsoft de la información personal de sus clientes.

Según comentan en RT, el servicio de prensa de Microsoft negó las acusaciones diciendo que la transferencia de información personal sólo es posible con el consentimiento del usuario, y que ellos mismos pueden configurar su nivel de privacidad.

En todo caso y como ya hemos comentado en alguna ocasión, Rusia quiere más independencia respecto a la tecnología occidental y parece decidida a apostar por soluciones de software nacional, impulsando sistemas de código abierto para todo tipo de plataformas, tanto móviles (Sailfish OS) como de servidor/escritorio (un consorcio en el que participan ROSA LAB y ALT Linux, por ahora son los mejor posicionados).

 

Imagen: Nadya Andreenko (CC BY-NC-ND 2.0)

Fuente: Linux Veda

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