Si odiar y desear la muerte de una persona siempre es absurdo, que el motivo de ese odio sean un montón de líneas de código ya bate todos los límites del ridículo. Sobre todo cuando se forma parte de un proyecto que se basa en la democracia interna. Tollef Fog Heen, integrante del equipo de mantenedores de SystemD en Debian acaba de renunciar cansado de los comentarios agresivos descontentos con la decisión de adoptar ese demonio de administración de sistema.
Después de recordar sus 14 años como desarrollador del proyecto cita el código de conducta de Debian en el que se dice que hay que presumir la buena fe de los demás. Aunque reconoce que a veces siente la intención de demonizar a los que están en desacuerdo, no lo hace porque cree que eso lo disminuye a él y hace más pobre al proyecto Debian.
La renuncia está motivada en la cantidad de comentarios insultantes y llenos de odio que recibió por parte de personas no conformes con la decisión de adoptar systemD adoptada por mayoría de un voto.
Más allá de que en mi opinión personal el único motivo por el cual se tomó esa controvertida decisión en lugar de la alternativa técnicamente mejor, fue que esa alternativa estaba desarrollada por Canonical, Nada justifica el ataque personal.
Es común que algunas personas dentro del mundo del software libre abrace sus principios y los de la democracia cuando les convienen pero los olviden cuando se les vuelve en contra.
Desde ya nuestra solidaridad con Tollef
Fuente: err.no | planetadiego
